Un caso real:
Paciente de 23 años. Acudió al Servicio de Urgencias del Hospital Adventista de Manaos (Brasil) con imposibilidad para miccionar, fiebre, fuerte dolor genital y hemorragia por el pene. Tres días antes, mientras orinaba dentro del río, un pez se le había introducido por el conducto uretral, sin que le fuera posible sacárselo de ninguna manera. El pez era bastante plano y pequeño.
Anestesiado el paciente, se pensó en extraerlo a través del perineo aunque al final se extrajo al intruso por vía endoscópica. Se comprobó, con una citología, que era de gran tamaño y que le tenía totalmente obstruida la uretra. Al topar contra la musculatura del esfínter, probablemente trató de abrirse paso hasta la bolsa escrotal; lo que explicaría la tremenda inflamación de la misma.
¿Para que abriis estos temas? Con lo bonita que es la ignorancia
Sí, me la estoy agarrando por vuesta culpa...