Botella decide instalar sus nuevas marquesinas en Madrid con bancos antimendigos
Desde hace varias semanas las marquesinas de autobuses de Madrid están siendo sustituidas por otras con un nuevo diseño más moderno y atractivo. Muchos vecinos han criticado esta decisión del Ayuntamiento que dirige Ana Botella —el más endeudado de España, con un debe de 6.923 millones de euros, según los últimos datos del Banco de España— porque estiman que en la capital hay otras prioridades y que el estado de las actuales en la mayoría de los casos era bueno. Otras críticas, sin embargo, han apuntado a su diseño: la colocación de un separador impide que nadie pueda tumbarse, lo que se ha interpretado como una acción preventiva contra los indigentes. Estas son las claves del cambio de las 4.265 marquesinas que está realizando el Consistorio madrileño.
¿Cuál es la razón del cambio?
El contrato anterior había finalizado ya y "era necesario convocar otro concurso público para adjudicar un nuevo contrato", aseguran fuentes municipales. De no hacerlo, las marquesinas instaladas ya no serían propiedad del Ayuntamiento de Madrid y volverían a manos de la empresa que las instaló, que podría, si quiere, llevárselas a otra ciudad.
¿Cuánto ha costado?
Al Consistorio de la capital nada. Más bien todo lo contrario: el Ayuntamiento recibirá un canon anual de la empresa concesionaria. El concurso ya adjudicado supondrá para las arcas municipales unos ingresos anuales de unos 12 millones de euros durante 13 años y seis meses (prorrogable dos veces a razón de tres años más). Además, la Administración Local se llevará una parte de los ingresos por publicidad que podrá ser como mínimo del 19% y como máximo del 59,50% de la facturación bruta, según los pliegos publicados en el Boletín Oficial del Estado (BOE). El Ayuntamiento desconoce el coste del cambio de marquesina, ya que "va incluido dentro del presupuesto total", que asciende a más de 150 millones de euros. La empresa concesionaria tampoco ha querido facilitar la información.
¿Por qué hay polémica con su diseño?
El diseño del banco de la marquesina tiene un separador que hace pensar que se ha confeccionado para que nadie pueda tumbarse. En las redes sociales se le ha bautizado como el separador antimendigos. Desde la empresa concesionaria dicen que el diseño se ha realizado "en base al pliego de condiciones", pero dicho documento no especifica que el banco deba llevar ningún tipo de separador. Sí indica el pliego que cada empresa que optase al contrato debía presentar cinco modelos de bancos y que la decisión final sería del Ayuntamiento.
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Me parece fatal si se ha hecho con la intención de joder a los mendigos.