Pa ti el monte,
pa mí la mar,
mira pal horizonte,
que te viá encular.
Entre esos dos ojazos,
y tu boquita de nata,
te metería dos pollazos,
que te dejarían cegata.
Me gustaría que fueses mariposa,
pa espantarte con mi rabo,
pero como no eres gran cosa,
me la casco en el lavabo.
Trae para acá ese culo,
no lo desgastes con los pantalones,
deja que con disimulo,
te lo frote con mis cojones.
Menea las tetas morena,
dibuja círculos con los pezones,
que yo con mi berenjena,
te haré un picasso en los pantalones.
No me juzgues amor mío,
por mi falta de encanto,
pues tengo aquí escondío,
un cacho nabo de espanto.
Aquí escondío en su bodega,
mora un extraño animal,
ábreme la bragueta,
y saluda al semental.
Por esos cacho pezones,
que llevas ahí escondidos,
tendría yo dos razones,
pa dejártelos escocidos.
Deja ya de menearte,
como si fueses una vespino,
que te voy a mandar a Marte,
de un pollazo en el chumino.
Dos placeres hay en la vida;
uno es hacer devientre,
y el otro es una corrida,
donde nadie nos encuentre…
Tengo un jardín lleno de rosas,
y pa ti es el mejor rosal,
casémonos y te daré más cosas,
la freidora y un delantal.