Aquí, unas imágenes que captan los medios informativos japoneses. En ellas se observa a un perro que se niega a abandonar a otro que sufre, herido, después del desastre. Son imágenes conmovedoras que nos recuerdan, una vez más, lo fieles y admirables que pueden llegar a ser estos animalitos. A veces, mucho más que los humanos mismos.
Aprovecho para desear la pronta llegada y la efectividad de la ayuda humanitaria a ese lugar, y para dejar caer el hecho de que no sólo los pobres japoneses serán víctimas del desastre que ha sucedido en su continente, sino que esa nube que desprende materiales altamente nocivos probablemente viaje hacia muchos otros lugares y se hallen perjudicados muchos ecosistemas y poblaciones distintas.