La estrategia del Ministerio detalla que, para que la caza sea un "elemento de lucha contra la despoblación", deben fomentarse medidas que hagan la actividad atractiva a los jóvenes y las mujeres, eliminar los estereotipos de los territorios rurales, incrementar la atención a esta población y "conservar el papel sociocultural de la caza y como una actividad de ocio de la población en el medio rural"
"Mejorar la competitividad y facilitar el desarrollo de nuevas actividades económicas, el fomento del emprendimiento, y el asentamiento y fijación de población"
"Convertir los territorios cinegéticos en escenarios de oportunidades con una mayor colaboración público-privada"
"Iniciativas que mejoren y completen la conectividad territorial en el sector cinegético, a través del despliegue de redes y servicios 5G para proporcionar una adecuada cobertura de internet de banda ancha y de telefonía móvil"
Pero, la realidad, reconocida en la propia estrategia, es que la caza interesa cada vez menos y la practica cada vez menos gente. Es una actividad, sobre todo, masculina ya que, entre los objetivos está atraer a las mujeres, según consta en el texto ahora en consulta pública.
Esta imagen, argumenta el documento, menoscaba las bondades que asigna a la caza.
A la hora de explicar las causas de este deterioro, Agricultura achaca el problema a una "sociedad mayoritariamente urbana con gran desconocimiento de hábitos y prácticas del mundo rural". Y llega a señalar que "los beneficios que generan los cazadores no son reconocidos por la sociedad, estando incluso [la actividad] denostada".
A cazar con perspectiva de género pero sin comerse la pieza, que eso es de fachas jaja