Pues esto es un clásico ya.
Entras al baño, y ya que algún gestor creativo del establecimiento ha decidido que los hombres no necesitan papel (porque sus deposiciones son como los truenos de Thor que pasan sin dejar rastro), uno se ve impelido a explorar otros mundos.
Entras al baño de mujeres y piensas, oh, con lo modositas que son seguro que tienen el baño impecable. Pues craso error. Entras esperándote las letrinas del edén y te encuentras todo un ejercicio de guarrería consciente y esforzado. En serio, de entre los tres géneros y sus respectivos baños (hombres, mujeres y minusválidos), el peor sin duda es el de ellas.
Empecemos por lo básico:
SI DIOS NO OS HA DADO EL DON DE APUNTAR ES POR ALGO
Me cago en la puta, es que sale más fuera que dentro. Yo no sé qué coño intentan, para mí que esto del feminismo ha ido demasiado lejos. Un suelo pantanoso, un retrete pisado y una peste que no puede ser descrita con el lenguaje humano.
Seguimos por lo avanzado:
En serio, ¿qué os creéis, acróbatas?
Me cago en la puta, que por si fuera poco con el suelo barroso de orina y lo que quiera que os salga de por ahí, encima tenéis que pisar el puto váter y rebañar todo ese deshecho por la taza. Intentar cagar ahí requiere un puto artesonado de papel higiénico.
En fin, no me enrollo más. Que dios os bendiga pero por favor cuidad un poco el entorno.