La palmípeda, que es conocida como Petra, lleva meses nadando alrededor del flotador biplaza, acariciándolo con el pico y durmiendo debajo de él, en un hueco de su estructura.
La historia comenzó hace un año, cuando la cisne conoció la barca y se quedó a su lado por varios meses. Con la llegada del invierno, "Petra" se negó a emigrar hacia el sur, como hacen la mayoría de los de su especie, y siguió chapoteando junto a su amado de plástico.
La compañía dueña del juguete decidió retirarlo del lago para guardarlo en tierra firme y protegerlo de las inclemencias del clima, pero la insistencia de Petra en permanecer junto al objeto de su pasión llevó a adoptar otra medida: trasladar a ambos al zoológico de Münster (Alemania).
La pareja llegó en noviembre pasado a este parque zoológico, donde se instalaron en el mismo lago, junto a otros cisnes africanos.
Las autoridades del centro esperaban que la cisne, al entrar en contacto con nuevos ejemplares de su especie, rompería su relación y se emparejaría con un anátido de carne y hueso. Sin embargo, el resto de la comunidad de cisnes la atacó, lo cual dejó a Petra el único consuelo de su novio-barca, con el cual siguió como siempre, nadando a menos de tres metros y durmiendo con él.
Incluso cuando tuvo que someterse a una operación en una pata, fue necesario que su amado la acompañara hasta la caseta de los pelícanos donde pasó su convalecencia.
Pero el buen tiempo se acerca y los dueños del "Cisne blanco" -como se conoce ya coloquialmente al juguete, en contraste con la negrura de las plumas de Petra- quieren que vuelva a ofrecer sus servicios de paseo a los visitantes del lago Aasee.
Así pues, el animal y el objeto de su adoración regresaron ayer al lugar donde surgió su extraordinario idilio, que ha cautivado a Alemania y apunta con convertirse en principal atracción de la temporada en el Aasee.
Petra fue desplazada hasta el lugar donde sucumbió a las flechas de Cupido en una barcaza a motor que, por supuesto, remolcaba al patinete con forma de cisne.
Nada más ser depositada en el agua, la palmípeda nadó hacia su amado, al que llegó a perseguir durante más de un kilómetro cuando unos turistas montaron en él para recorrer el lago.
La historia de amor de la pareja de cisnes más famosa de Alemania ha reportado sustanciosos ingresos al zoológico de Münster y "Petra" ha convertido a su adorado en protagonista de tazas de café y cuentos para niños.
(http://www.eltiempo.com/vidadehoy/2007-03-29/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR-3496251.html)
Y luego hay gente que dice que lo de tener cariño a una muñeca hinchable no es normal... ¡¡Son nuestros genes!! xD