Los expertos alertan sobre la peligrosa nueva moda en redes sociales: "Comer excrementos no cura enfermedades"
No son pocos los remedios milagrosos para curar cualquier tipo de enfermedad que cada poco tiempo se pueden encontrar en Internet. Especialmente desde la aparición del Coronavirus, los usuarios de las redes sociales han intentado de todo, desde beber lejía a comer excrementos.
Esta ha sido la última idea de algunos usuarios que se apoyan en la teoría de que, si los animales pueden comerse los restos, es porque son "buenos para la salud". Más específicamente, comiendo los restos humanos se cree que puede mejorar el tracto digestivo.
Sin embargo, en lugar de ayudar, como así han explicado varios expertos, esta práctica puede tener el efecto contrario. Dentro de los intestinos humanos viven millones de bacterias que pueden producir enfermedades como el cólera o la peste bubónica.
De hecho, las bacterias, que en su mayoría sirven para digerir la comida y obtener los nutrientes, puede cambiar dependiendo de la persona y su dieta. Es por ello que algunos alimentos no sientan igual a todo el mundo. Motivos por los cuales, no solo puede resultar asqueroso comer los restos de otras personas, sino muy peligroso.
La moda del "trasplante fecal", o lo que es lo mismo, comer heces, no es una novedad. En el Antiguo Egipto se creía que los excrementos servían para mejorar la audición, aunque se ha demostrado que esto no tiene ningún tipo de efecto real. Lo mismo ocurre con esta tendencia de volver a "ingerir las bacterias intestinales buenas".
Y aunque lo cierto es que los trasplantes de microbiota fecal (TFM), sí que pueden ser útiles en algunos tratamientos, estos deben de ser tratados previamente por expertos y debe de ser analizado por profesionales. Hacerlo en casa es muy peligroso y se corre el riesgo de contraer una infección grave, incluso potencialmente mortal.
Así lo ha explicado la dietista gastroenteróloga Julie Thompson a MailOnline: "Siempre la realiza un especialista en FMT. La FMT es tan especializada que solo hay dos hospitales en el Reino Unido con un banco de heces autorizado".
"Los donantes de heces se someten a un riguroso proceso de selección, con un completo cuestionario de salud y muestras de sangre y heces. Las muestras de caca se controlan estrictamente", ha querido dejar muy claro, "si tienes problemas digestivos o alguna enfermedad digestiva, no caigas en la tentación de hacerte un TFM tú mismo. Comer caca no cura mágicamente enfermedades".
No comáis mierda, mis queridos muchaches