Alicante es horrible por el centro, el transporte público es caro y una mierda, es una ciudad sucia de la hostia, tasas de inmigración espectaculares y con cada vez menos opciones de ocio.
La periferia es bastante tranquila en general, en contraposición a lo del transporte hay que añadir que es pequeña y es fácil conocerla entera, más cosas buenas es que la gente es bastante abierta, en especial las mujeres (guiño guiño), el clima es buenísimo y hay varias ciudades muy cerca que amplían un poco la movilidad.
Sin duda me iría a una gran ciudad, excepto Madrid que me da un asco tremendo.