Yo vivo en un pueblo y tengo que soportar con frecuencia las conductas de la fauna autóctona. Es típico el anciano que cruza por donde le da la gana y se te queda mirando en mitad de la calzada cuando frenas. También los que se encuentran con un conocido y se ponen a hablar en mitad de la calle, o los que salen a tomar la fresca y te ocupan la mitad de aquella con sillas de plástico. Por no hablar de los coches aparcados según les sale de ahí; he llegado a ver vehículos estacionados en diagonal. Estos últimos suelen identificarse rápido porque siguen patrones comportamentales fijos, generalmente parar para ver a la Paqui o a la Josefa a horas exactas. Para terminarla de joder, para salir del pueblo suelo coger una callejuela bastante estrecha y larga y cada dos por tres hay un coche bloqueándola porque está haciendo una visita.
Algunas experiencias concretas:
-Señora con claros problemas de movilidad (los más ancianos, gordos, etc. son los que más se arriesgan, curioso) parándose en mitad de la calzada a mirar el móvil. Ésta es de esta misma mañana.
-Chavalín con el monopatín se me pone delante y tras darse cuenta tuerce a la derecha. Yo voy a esa misma callejuela, y al girar me lo encuentro de pie casi a la vuelta de la esquina, con el monopatín al brazo y mirando no sé qué (el móvil, creo). Venía avisando de mi giro con el intermitente, para más inri.
-La peor de todas: mi pueblo está cruzado por la típica carretera principal, y para llegar a casa tengo que torcer a la izquierda en una zona con baja visibilidad que me lleva directo a las callejuelas. Pues bien, íbamos tres en fila (yo el segundo) y con el intermitente puesto para girar. Tuerce el primero, le sigo y tengo que pegar un frenazo porque me lo encuentro inmóvil justo a la vuelta de la esquina. Resulta que un imbécil se había parado con el coche nada más girar para hablar con un conocido. Los tres estuvimos a punto de dárnosla en cadena por culpa del corto de mente al que le pareció buena idea parar el coche en mitad de la callejuela que sigue a un giro de poca visibilidad; menos mal que fuimos rápidos de reflejos.
En fin, es lo que hay.