A mí me hace mucha gracia la gran esquizofrenía que hay sobre el tema del aborto:
Resulta que en este país, la gente de izquierdas, esa gente defensora de los derechos de hasta el último insecto viviente, está a favor del aborto. Resulta que está a favor de asesinar (sí, asesinar. En el CP un elemento que cualifica al asesinato es la alevosía, y la alevosía es la imposibilidad de defenderse. ¿Acaso la hay en el aborto?) al ser más inocente y más indefenso, disfrazando su discurso para no decir que lo hacen por pura comodidad y egoísmo ¿Cómo si no, una sociedad puede reprochar a otra persona que asesine a, por ejemplo, su mujer, si resulta que estamos haciendo lo mismo?
A mí, sinceramente, me parece patético, hipócrita y cínico, que la misma persona que está en la puerta del McDonalds de Gran Vïa con pancartas a favor de los pollos y los cerdos, esté a favor del aborto.
A veces me pregunto si realmente saben qué coño es abortar, y las técnicas que se usan.
Y también, resulta que en este país, la gente de derechas, que tradicionalmente han sido las personas que mandaban a sus hijas fuera de España por no sufrir el bochorno de ver a su hija con el bombo sin estar casada, están en contra del aborto.
A veces pienso que los dos grandes partidos de este país se articulan a favor o en contra de un tema según la postura de la Iglesia, sin importarle lo más mínimo el fondo de la cuestión.