Él será el primer objetivo en caer", ha advertido Pyongyang, en un despacho emitido por la agencia norcoreana KCNA, en respuesta a las declaraciones y la visita de Chung Hong-won, hechas el pasado jueves.
La isla de Yeonpyeong sufrió en 2010 un ataque de artillería de Corea del Norte que se saldó con dos muertos civiles y dos militares del Sur, además de provocar la destrucción de casas e instalaciones, lo que elevó al máximo la tensión entre ambos vecinos.
En su visita, Chung quiso tranquilizar a los residentes y soldados y aprovechó para amenazar al hermético régimen de Kim Jong-un con una represalia "diez veces mayor" en el caso de que se produzcan nuevas provocaciones.
La llegada del primer ministro a Yeonpyeong se produce en un momento marcado por las constantes amenazas entre los dos países y después de que un funcionario de Defensa surcoreano alertara del lanzamiento por parte de Pyongyang de dos misiles de corto alcance en el Mar Oriental.
El lanzamiento de los misiles, presumiblemente dos KN-02 disparados durante una maniobra de una unidad militar norcoreana, podrían ser en respuesta a los ejercicios militares anuales Foal Eagle y Key Resolve que actualmente conducen en la zona los Ejércitos de EE.UU. y Corea del Sur, según ha informado la agencia Yonhap.
El 10 de marzo, Corea del Norte cortó la única línea de comunicación entre las dos Coreas, ubicada en la fronteriza aldea de tregua de Panmunjom, y declaró "completamente nulo" el alto el fuego con Corea del Sur alcanzado hace seis décadas, al considerar estas maniobras ensayos de invasión de su país.
Se estima que Pyongyang cuenta con más de 1.000 misiles con capacidad para alcanzar objetivos en Corea del Sur y Japón, así como a bases militares estadounidenses en ambos países.
Las amenazas del Norte de estas últimas semanas responden no solo a los ejercicios militares conjuntos sino también a la reciente ampliación de las sanciones de la ONU al país comunista por su última prueba nuclear, la tercera después de 2006 y 2009.