Puede ser un anacronismo de una legislación que nunca se previó y ahora siendo necesaria no deba ir aparejada a declarar el estado de excepción.
No hace falta declarar el estado de excepción, solo hace falta declarar el estado de alarma que técnicamente es lo mismo que lo que ha hecho el Gobierno, simple y llanamente se hace mediante Real Decreto. El estado de alarma está previsto precisamente para este tipo de situaciones y permite entre otras cosas:
Se podrá limitar la circulación o permanencia de personas o vehículos en horas y lugares determinados, o condicionarla al cumplimiento de ciertos requisitos.
Se podrá practicar requisas temporales de todo tipo de bienes e imponer prestaciones personales obligatorias.
Se podrá intervenir y ocupar transitoriamente industrias, fábricas, talleres, explotaciones o locales de cualquier naturaleza, dando cuenta de ello a los Ministerios interesados.
Se podrá limitar o racionar el uso de servicios o el consumo de artículos de primera necesidad.
Se podrá impartir las órdenes necesarias para asegurar el abastecimiento de los mercados y el funcionamiento de los servicios y de los centros de producción afectados.
Que es justamente lo que está haciendo el Gobierno mediante Real Decreto.
Ahora bien. ¿Por qué está mal hecho? Porque el estado de alarma y sus efectos son temporales, las restricciones o intervenciones que se aprueben tienen un límite de tiempo, mientras que este Real Decreto podría ser indefinido y surtir efectos indefinidamente.
Las implicaciones legales son muy importantes y puede suponer que en un futuro se incurra en abusos o se haga uso de esas facultades de forma injustificada (aunque ahora sea evidente que sí que lo es). Es por eso que existen los de alarma, excepción y sitio, para que el Gobierno pueda volverse autoritario peeeeeeero siempre de manera temporal y bajo ciertos requisitos.
Esta actuación del Gobierno es digna de una república bananera.