Un juez investiga un viaje de lujo de 40 personas a Vietnam y Camboya pagado por el Consejo de Enfermería
Los 365.266 euros que costó la excursión “eran comisiones y podíamos hacer con ellas lo que nos diese la gana”, dice el presidente
El presidente de la entidad, Florentino Pérez, junto a dos de sus vicepresidentas, en la inauguración del congreso de enfermería en Singapur en 2019
El Juzgado de Instrucción 31 de Madrid investiga una denuncia contra la cúpula del Consejo General de Enfermería (CGE) de España —que representa a 316.000 profesionales de 52 colegios provinciales— por supuestos delitos de administración desleal, apropiación indebida y falsedad. El juez indaga las supuestas maquinaciones fraudulentas del CGE para camuflar ante sus afiliados un costoso viaje de placer a Singapur, Camboya y Vietnam en el que participaron casi 40 personas bajo el pretexto de participar en el congreso mundial de enfermería celebrado en Singapur en junio de 2019. Solo uno de los asistentes, el secretario general de este organismo, acudió realmente a las jornadas del congreso. Los demás únicamente hicieron acto de presencia en la ceremonia de inauguración y se fueron al día siguiente de travesía turística hasta el 11 de julio, cuando regresaron a España tras 17 días de asueto que incluyeron hoteles de cuatro estrellas, comidas por un valor de casi 5.000 euros y un crucero por el río Saigón (Vietnam).
El viaje fue abonado por el CGE y por varias de sus filiales. Costó un total de 365.266,27 euros. Durante la ruta turística, el CGE agasajó además a los asistentes con regalos valorados en 21.569 euros. Y, para evitarles la incomodidad de tener que llevar encima los obsequios y las compras que realizaron, el CGE abonó otros 12.504 euros para trasladar todo ello a España vía aérea.
El Consejo General de Enfermería es una corporación de derecho público, similar a los colegios oficiales de médicos, y el máximo órgano de representación del gremio. Tiene un presupuesto de algo más de 20 millones que se nutre de las cuotas obligatorias que pagan los asociados, en torno a 235 euros al año, más que los médicos a sus respectivos colegios.
La expedición española la componían casi 40 personas (casi todos los miembros de la ejecutiva nacional, 12 presidentes de colegios provinciales de enfermería, los cónyuges de casi todos ellos e invitados particulares). La cita de Singapur constaba de dos partes. La denominada asamblea mundial, que se celebró los días 24, 25 y 26 de junio. El acceso a esta se restringe a los principales dirigentes, no más de cinco, de los consejos nacionales. La segunda parte del evento es el congreso, de acceso libre a todos los profesionales, que se inauguró el día 27 y que concluyó el día 1 de julio. A la asamblea, en concreto, asistieron cuatro miembros de la ejecutiva del CGE, entre ellos el presidente del colegio, Florentino Pérez Raya. Estos se desplazaron a Singapur varios días antes que el resto de invitados. Pérez asegura que sí asistió a la asamblea y que en ese periodo mantuvo encuentros con otros dirigentes.
El resto de la comitiva española, una treintena de personas entre presidentes provinciales y demás invitados, arribaron a Singapur entre los días 26 y 27 de junio. Estos acudieron a la ceremonia de inauguración del congreso del día 27. Pero al día siguiente, 28 de junio, se marcharon todos ellos a Vietnam (el secretario general del CGE fue el único que se quedó en el congreso). Solo la extensión del viaje por los citados países asiáticos, al margen de la estancia en Singapur, costó a las arcas del CGE entre 4.200 y 6.200 euros por persona, dependiendo de si viajaban en clase turista o preferente.
Para sufragar esos gastos recurrieron a esta treta: muchos asistentes y sus esposas acudieron a la agencia de viajes, la misma que utilizaba la red Gürtel, y aportaron de su bolsillo el dinero correspondiente a la extensión del viaje por Vietnam y Camboya. Sin embargo, a quienes hicieron eso el CGE les prometió que, a la vuelta de Asia, se les restituiría el dinero. Y así se hizo. A los que tenían relación laboral con el consejo se les subió el salario durante varios meses hasta cubrir el importe exacto abonado de sus bolsillos; en otros casos, se utilizaron falsas facturaciones por servicios inexistentes.
Entre las firmas utilizadas para camuflar los pagos se hallan E-Network Salud y Cofunsalud, SA, la primera participada al 100% por el CGE y la segunda en un 25%. El consejo de administración de la primera lo preside Florentino Pérez Raya. Esta firma abonó los viajes de los 12 presidentes provinciales y de sus cónyuges (169.326,15 euros). Otra parte del dinero, la de los miembros de la ejecutiva, salió de las propias arcas del CGE.
Pérez Raya asegura a este periódico que esos 365.000 euros procedían “de las comisiones” que dan al CGE las aseguradoras con las que el organismo tiene concertadas sus pólizas. “El viaje no le costó nada al Consejo, son comisiones de las aseguradoras y podíamos hacer con ellas lo que nos diese la gana”. Añade, no obstante, que esta práctica “viene heredada” de muchos años atrás y es común a casi todos los colegios profesionales. Pérez Raya, presidente del CGE desde 2017 responsabiliza del viaje (que fue en 2019) a su antecesor en el cargo, Máximo González, quien actuaba entonces como su asesor, y a un hermano de este que entonces era el gerente del CGE y al que, explica, despidió por este motivo.
Su antecesor en el cargo, Máximo González, niega tajantemente que él organizase el viaje. Asegura que él ni siquiera fue. Y que existen mensajes de WhatsApp en los que Pérez Raya, “que era y es el presidente”, se jacta de haber invitado al viaje a presidentes provinciales de enfermería afines y marginado a otros, para buscarse apoyos. Pérez Raya, por su lado, apela a correos electrónicos en los que el hermano de González da supuestamente instrucciones sobre el desarrollo de la expedición. Y revela que su objetivo desde que accedió al cargo es “hacer limpieza” en el Consejo. “Cuando la haga, me marcharé”, señala. En los últimos 30 años, Pérez Raya ha sido el vicepresidente de este organismo con González de presidente. Antes eran íntimos amigos. Ahora la enemistad entre ambos es palpable. Pérez Raya ha llevado a González a los tribunales por irregularidades económicas durante su gestión. Y presume de que durante su mandato ha ahorrado al CGE más de dos millones de euros.
Pérez Raya preside, además de E-Network, también Cofunsalud, y de todas ellas cobra un espectacular salario, 433.000 euros al año como mínimo. También es presidente del Consejo Andaluz de Enfermería y del Colegio Oficial de Enfermería de Córdoba. Él asegura que cobra lo mismo que su antecesor. González lo niega: “Yo percibía la mitad”.
La denuncia por el viaje a Vietnam y otras graves irregularidades que anidan en el Consejo ha sido elevada al juez por la Fiscalía de Madrid, que a su vez asumió otra denuncia interpuesta por los mismos hechos ante la Fiscalía de Valladolid y que firma el presidente del Consejo Autonómico de Enfermería de Castilla y León, Alfredo Escaja. La denuncia ha acabado en el juzgado 31 de Madrid a instancias de la Fiscalía madrileña. “La fiscal de Valladolid me llamó para ratificarme en la denuncia y me dijo que los hechos eran muy graves”, subraya Escaja.
Salarios altos y nepotismo
Los sueldos de los dirigentes del consejo son muy jugosos. Si el presidente cobra casi medio millón de euros anuales por los diferentes cargos de representación que ocupa tanto en el CGE como en sus empresas participadas, la vicepresidenta primera percibe 171.283 euros, el secretario general, 123.498 y el vicesecretario general, 162.689.
Por otro lado, cinco miembros de la familia del actual presidente trabajan para el CGE: una hija y un hijo con sus respectivos cónyuges y el marido de otra de sus hijas. Su hijo tiene un sueldo de 152.646 euros brutos anuales como jefe de informática pese a que solo hizo el bachillerato. Este y su esposa han recibido incrementos salariales de un año para otro del 47%. Pérez Raya asegura que fue González quien contrató a sus hijos cuando era presidente y que él no incrementó sus sueldos. La denuncia contiene también documentación que acredita que la esposa de Pérez Raya y su hijo han emitido supuestas facturas falsas a la sociedad Abetas, que tiene contratas con el CGE a través de otras firmas vinculadas, por supuestos trabajos de asesoramiento inexistentes.