Hoy he escuchado inintencionadamente una historia real ocurrida en mi pueblo y que merece ser contada por aquí por lo absurda que puede resultar la vida.
Se trata de un matrimonio joven, de treintaypocos años, en el que sólo trabaja el marido (albañil), mientras la mujer se ocupa de las labores del hogar. Tienen 6 hijos, casi a un hijo por año que van. Por ello, y por miedo a tener más hijos, cosa q no se pueden permitir porque el jornal del hombre no da para más, él le dice a su mujer que va a hacerse la vasectomía para seguir manteniendo relaciones sin miedo, porque ya con 6 hijos van más que servidos. La mujer, reacia a dicho tratamiento, le insiste en que no y el marido se mantiene al margen hasta que simula tener un accidente en la obra para visitar al médico, claro está, para realizarse la vasectomía.
Una vez en el médico, éste le dice que para empezar el tratamiento han de realizarsele diferentes pruebas para ver si es apto para una intervención como tal. Pruebas de sangre, de anestesia, etc. El hombre accede y se las hace. El médico le dijo que en unos días se pasase por su consulta para obtener los resultados.
Y los días pasaron.
El hombre fue a recoger muy felizmente los resultados, porque son pruebas q todo el mundo supera sin problemas, porque ya era hora de dejar de tener churumbeles y empezar a ahorrar para un nuevo coche. Cuando llega a la consulta, el médico le mira con cara de costernación.
(Relato como si textualmente se tratase)
Hombre: ¿Qué ocurre, doctor?
Médico: Pues que las pruebas han salido bien, pero...
H: ¿Pero...?
M: ¿No me dijo usted que tenía 6 hijos?
H: Sí, en efecto, 6 sanos y guapos hijos.
M: Pues... las pruebas han dado que... es usted estéril
H: ¡¿Cómo?!
M: Sí, lo que oye, usted tiene esterilidad completa. Es esteril de nacimiento. La probabilidad de que usted pudiera tener hijos es de un rotundo 0%.
Entonces, le enseña las pruebas y le explica como va la cosa de los espermatozoides, que estéril e impotente no significan lo mismo, etc.
El hombre, con una indignación tremenda, pide volverse a realizar las pruebas, amparándose en la posibilidad de que todo haya sido una confusión. El médico accede y se las vuelve a hacer.
Tras otra semanita, el hombre (en esta ocasión no tan risueño como en la anterior), se encamina a recoger las pruebas. Todo ello ocultándose a la mujer, quien no quería oir ni en broma lo de la vasectomía porque lo consideraba peligroso. Así, tras llegar a la consulta...
H: Bueno, qué, ¿cómo fue todo en esta ocasión?
M: Pues... exáctamente igual. Usted es esteril. Su pene tiene menos posibilidades de procreación que un consolador.
H: No puede ser, por favor, ¡¡si tengo 6 hijos!!
M: Es muy poco probable que dos prueban salgan erróneas. Le aconsejo que vaya a Sevilla a X hospital a hacérselas allí. Tienen un equipo más avanzado, quizá...
M: Está bien.
Así al día siguiente pidió cita por teléfono y un día despareció del trabajo fugazmente para dirigirse a la capital a hacerse las pruebas al hospital. Tras un largo día allí haciéndose las pruebas y esperándolas, le dieron los resultados...
H: Qué, ¿Cómo han ido? No soy estéril, ¿verdad?
Médico del hospital: Me temo que sí, completamente. Es imposible realizársele la vasectomí...
Y no le dio tiempo a acabar cuando el hombre, entre lágrimas, salió corriendo del hospital para coger el coche e ir a su casa.
Tras llegar a la misma, tuvo una conversación poco frecuente con la mujer...
H: Cariño, ven para acá ahora mismo. Tenemos que hablar.
Mujer: ¿Qué ocurre?
H: Mira, que te he ocultado todos estos días que me estaba haciendo las pruebas de la vasectomía y...
Mu: ¡¡¿¿Qué me lo has estado ocultando??!! ¡¡¡¿Qué te dije yo, eh?!!! ¡¡¡QUÉ NO FUERAS!!!
H: Déjame acabar...
H: A ver, sigo, y las pruebas obligatorias que tenía que hacerme antes de meterme en la intervención han delatado MI ESTERILIDAD.
Mu: ¿¿¿Tu esterilidad??? Pero que me estás contando cariño, si hemos tenido 6 hijos, es imposible que seas estéril. Ha tenido que ser un error.
H: Te aseguro que no, que no es un error, porque me he hecho hasta tres veces las pruebas, incluso en el hospital, y en todas he dado un 100% de esterilidad.
Mu: Dios, es imposible...
Mu: Mira, y te lo digo bien claro ahora, mañana me voy a llevar a los niños al médico a hacerse las pruebas de paternidad me digas lo que me digas. Y como las pruebas den que yo no soy el padre, te juro que te mato.
Y tras tan álgida conversación, se fue a dormir.
Al día siguiente, cogió a los niños y los llevó al médico. El médico, quien ya mostraba una complicidad total con el paciente derivada de la pena que sentía por él, accedió a hacerle las pruebas. Pero cuál fue la sorpresa al finalizar todo el proceso...
M: Bien, ya tenemos las pruebas
H: Y bien, ¿qué ha salido?
M: Se va a usted a reir pero, ha salido que usted es el padre de todos y cada uno de los niños.
H: ¡¡PERO, QUÉ ME ESTÁ CONTANDO!! ¿No me dijo q yo era completamente estéril y no podía tener hijos?
M: Sí, y eso es lo que estaba pensando yo. Me cuesta comprender todo el entramado que se ha formado aquí, usted no puede ser JAMÁS el padre de esos niños.
H: ¿No puede ser que me haya quedado estéril de repente?
M: No, ya le dijo que es de nacimiento.
H: Entonces, ¿Qué me sugiere?
M: Uhm... por casualidad, no tendrá usted hermanos, verdad?
H: Sí, uno, ¿por qué?
M: Ínstale a que se haga las pruebas de paternidad...
Y tras hacérselas el hermano, quien fue engañado aunque ya se olía lo que estaba pasando, dio positivo. El hermano era el padre de los 6 hijos...
¿Cómo pensáis que acaba la historia?
Editado
El final de la historia es el siguiente, os vais a reir un mucho...
El marido tras esa noticia discute gravemente con su hermano, sin llegar a las manos, sólo un forcejeo típico antes de q caer redondo al suelo llorando. Luego le pide a la mujer el divorcio y le "invita" a salir de casa, con todos los hijos.
El hermano le contó a sus padres todo lo que había ocurrido. Éste era soltero y vivía con éstos. Y los padres, tras oir su versión de la historia, le pidió que llamara a la mujer y a sus 6 reales hijos para que tuvieran un techo, para que vivieran todos allí. La mujer, accedió.
De esta manera, la situación era la siguiente, para el que se haya perdido.
H: Viviendo solo en su casa
Mu: Viviendo con el hermano (y verdadero padre de los niños) y los suegros
Niños: Viviendo con su madre, verdadero padre y abuelos.
Pero esto no es todo. Tras concederse el divorcio, el hombre permitió que la mujer se quedara con la custodia de los hijos y con todo lo que pidiera. No quería verla ni verlos más. A cambio, él se quedaría con la casa.
Pero la historia no podía acabar tan "bien", claro está. Y así, esa casa donde habitaba el matrimonio destrozado y único ámparo del hombre resultó que estaba a nombre de la mujer y nadie cayó en la cuenta de ello. El hermano le instó a que la vendiera, y asi hizo, dejando en la calle al pobre hombre, sin casa, sin coche, sin trabajo ya y sin nada.
El hombre vivió un tiempo con las monjas en el colegio (le dejaron que el colegio de las monjas fuera su cobijo hasta que encontrara algo mejor), y tras un tiempo se fue.
No se supo más de él.