#423 Mas sonado creo yo que es el caso del neurocirujano Eben Alexander.
Aunque para mí personalmente es una absoluta inutilidad pelearse por ver quien demuestra (o no) la existencia de Dios, a día de hoy lo único qie sabemos es que no estamos en capacidad para demostrar su existencia (o no existencia) ya que aunque nadie de por aqui lo haya visto, el mero hecho de plantearse su existencia (llamadlo como querais, Dios, Allah, Energía Suprema, Espinete...) hace que se inicie su búsqueda.
Y voy más allá de ser practicante o simpatizante de una u otra religión, desde el punto de vista científico también se plantea esa existencia (o no ) dándose se bruces con el hecho de que a día de hoy no tenemos los medios para explicarlo todo.
Y también pienso que esa misma búsqueda puese llevarnos quizás a hallazgos que hagan progresar a nuestra civilización en uno u otro sentido. Así que es todo un poco contraproducente.
Por otra parte...¿ que mas da? Si eres feliz creyendo en algo, te aporta unos valores (personales,morales, etc) y los aplicas a tu vida dándole más sentido a esta y no causando ningún daño a nadie ni intentando imponer tus pensamientos... adelante. Te animo a ello, en el caso contrario, adelante también. El problema está cuando ambas partes luchan para intentar llevar cada uno la razón.
Desde mi punto de vista es inútil pelearse por este tema, ya que nunca llegaremos a ponernos de acuerdo entre nosotros, y esto lleva a una discusión sin fin. Pienso que es más bonito respetar el pensamiento de cada persona. En el momento en que intentemos imponernos a los otros estaremos haciendo lo que otros hicieron (véase todas esas guerras en nombre de Dios, atentados en nombre del islam...y tantas y tantas desgracias como ha habido en la humanidad).
El universo es demasiado amplio y grandioso. No conocemos apenas como funciona (desconocemos aún muchas cosas de las que se encuentran aquí en la tierr;, o temas como la materia oscura, la cual no podemos ver.. pero existe, y ocupa más de lo nos pensamos)...igual un dia nos llevamos un sorpresa (tanto en uno como en otro sentido).