¿Sois unos graciosillos y tenéis la habilidad de cuescaros sin mayor problema?
¿O reprimisteis vuestros gases durante horas incubando dolores intestinales hasta que por fin os despedisteis y podisteis expulsar las pestilencias en paz y soledad?
¿O se os escapó y lo que pensabais que iba a ser una traumática ruptura pasó a ser el inicio de una bonita confianza mutua?
Hablemos.