El simpa más peligroso: cuatro hombres saltan desde un rascacielos en paracaídas para no pagar la cuenta.
El dueño del bar que corona la Torre Rialto de Melbourne (Australia) todavía no da crédito a lo que sucedió el pasado martes (y 13) en su local: cuatro hombres de traje y corbata bebieron varias rondas de copas en el local. Una vez acabadas las consumiciones se pusieron unos paracaídas que traían escondidos y saltaron al vacío desde el piso 55, a 243 metros del suelo.
La operación simpa del Bar Lui tuvo una ejecución digna de ‘Ocean’s Eleven’. Según el relato del gerente del bar, los cuatro tipos encorbatados entraron en el local con otras tantas mochilas. El local tiene prohibido entrar con equipaje, así que los camareros pidieron que dejaran los bultos en consigna, pero “ellos se negaron, alegando que necesitaban el contenido de las bolsas para una presentación que estaban preparando”, narra el estupefacto Shannon Bennet, en una web australiana.
La “presentación” consistió en lo siguiente: los cuatro hombres pidieron varias rondas de cócteles Negroni (vermut, Campari y ginebra a partes iguales). Una vez degustadas las bebidas, entraron por turnos al baño, se pusieron las mochilas con los paracaídas y se dirigieron a la terraza. “Cerraron la puerta de la terraza para que no pudiéramos detenerles. Lo único que vi fue al último de ellos saltando al vacío”, recuerda Bennet: “Llevaban puestos cascos con cámaras. Eso es lo que había en las maletas”.
Los cuatro tipos aterrizaron suavemente en la calle, donde un vehículo les esperaba. El dueño del bar intentó atraparles pero los 55 pisos que mediaban entre los felones y él resultaron insalvables. Previsiblemente, un portavoz de la policía de Melbourne afirmó que “saltar desde el Rialto es un acto altamente estúpido”.
En el vídeo de la noticia puedes ver el lugar desde donde saltaron los cuatro tipos:
Fuente: http://blogs.republica.com/republica-insolita/2012/03/15/simpa-rascacielos/
Personalmente pienso que tan solo por conseguir realizar con éxito semejante proeza y salir ilesos, los dueños del bar pordrían contratrlos a base de cocktails para que realizaran alguna especie de performance regularmente, seguro que sería un espectáculo muy interesante. Por otra parte pienso que sus nombres quedarán grados a fuego en la historia de los simpas, serán recordados durante generaciones. Epic.