Un hombre muere tras ser apuñalado en una pelea multitudinaria en Ferrol
La agresión se produjo en la fiesta de cumpleaños de un niño con 200 invitados
El vecino de Palavea, en A Coruña, Jesús Rivero Conchado, de alrededor de 39 años, falleció este sábado a consecuencia de las graves lesiones que sufrió tras ser apuñalado en una pelea multitudinaria que se originó en el tramo final de la celebración del cumpleaños de un menor. Al convite, que se desarrolló en un establecimiento de hostelería de la zona de Serantes, en Ferrol, estaban invitadas unas 200 personas, aunque después se fue sumando más gente.
Cuando la fiesta ya estaba tocando a su fin, minutos antes de las dos de la madrugada, por causas que se desconocen, se inició una reyerta entre dos personas en la que finalmente participaron la mayoría de los asistentes, pertenecientes todos ellos a familias de etnia gitana de Ferrol y A Coruña.
Heridos y contusionados
La pelea se saldó con numerosos contusionados y con cortes provocados por el lanzamiento de botellas y otros objetos, siendo el caso más grave el de Jesús Rivero Conchado, que recibió una puñalada a la altura del corazón.
Un particular alertó de lo que estaba ocurriendo a los servicios de emergencias y el 061 envió dos ambulancias al lugar de los hechos, pero lo implicados rechazaron la asistencia, trasladando al apuñalado al Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol (CHUF) en un vehículo particular. La Policía mantuvo guardia en las puertas del hospital hasta las cinco de la mañana.
Según la información recogida al respecto, el hombre entró en el servicio de urgencias en parada cardiorrespiratoria y el personal hospitalario consiguió reanimarlo, pero, debido a la gravedad de las lesiones que presentaba, se decidió trasladarlo al Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC), en el que falleció pocas horas después.
Gran despliegue policial
La reyerta provocó un gran despliegue policial y al lugar de los hechos acudieron las dos patrullas que se ocupan de la guardia nocturna en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Ferrol-Narón y cuatro de la Policía Local de Ferrol.
Los agentes intervinientes llegaron a temer por sus propias vidas, porque hubo intentos de agresión hacia ellos, por lo que requirieron el apoyo de la Comandancia de la Guardia Civil, que envió otras cinco patrullas al lugar del suceso.
Cuando los implicados en la pelea se disolvieron provocaron un accidente de tráfico en el que se vieron implicados tres vehículos, sin que se registraran desgracias personales.
Todavía no se han producido detenciones, debido a que ninguno de los asistentes a la celebración quiso aportar datos sobre la autoría del apuñalamiento mortal. No obstante, las investigaciones policiales continúan y se confía en que en breve plazo se logre proceder a su identificación y detención.
La fiesta que acabó en tragedia era para celebrar el cumpleaños de un nieto de Juan el Gitano, el patriarca de los Conchado Jiménez, ya fallecido, para el que su familia encargó una escultura a tamaño natural que está ubicada en su magnífico panteón del cementerio municipal de Catabois y cuyo coche está expuesto en una urna de cristal en la finca del chalé de Serantes. El menor homenajeado es hijo de Ricardo Conchado Jiménez, conocido por el alias de «Chiquetete».
La celebración contó con todos los alicientes de una fiesta gitana de categoría, en la que no faltó la música, que vino de la mano de la cantante y autora de flamenco Sonia Prieto, La Húngara.
La pelea se produjo cuando ya estaba terminando y los invitados se encontraban ya en la salida del establecimiento en el que se celebró la fiesta.
Temor a que el suceso provoque un enfrentamiento entre familias
El hecho de que los asistentes a la celebración no quisiesen facilitar datos a la Policía sobre los autores de las agresiones o de quien inició la reyerta hace sospechar a los investigadores de que lo que pretenden es recurrir a la ley gitana para hacer justicia. Los invitados a la fiesta eran miembros de diferentes familias de etnia gitana de Ferrol, como los Conchado, los Barrul y los Jiménez, pero también había gente de Penamoa que se asentó en Ferrol y otros, como el fallecido, que residen en el barrio de Palavea, en A Coruña.
El temor a las posibles repercusiones de un suceso de esta categoría está provocando que la vigilancia policial se extreme en los asentamientos de Ferrol y Narón.