La cabeza no ha sido encontrada y otros tres animales han desaparecido
El macho alfa de la manada de bisontes europeos de la Reserva de Valdeserrillas (Valencia), de 800 kilos, fue encontrado decapitado el pasado viernes y otros tres ejemplares han desaparecido. Además, el resto de los miembros de la manada, compuesta por un total de 12 machos de Bison bonasus, se encuentran enfermos con diarreas. Por ello, el Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil investiga si fueron envenenados a través del agua o mediante comida.
El macho decapitado era llamado Sauron en la reserva por ser "el ejemplar más poderoso de la manada", en un guiño al personaje que lidera a los malvados en El señor de los anillos de J. R. R. Tolkien, ha indicado el director de comunicación del espacio, Rodolfo Navarro.
La situación es especialmente grave para la reserva porque a partir de este otoño se esperaba recibir las primeras bisontes hembras, con el objetivo de fomentar la reproducción de los animales. Tras el suceso todo está en el aire.
Navarro ha explicado que el pasado martes en el seguimiento diario que se realiza a la manada el director del centro, Carlos Álamo, que se encarga de su alimentación y cuidados, detectó que tenían un comportamiento extraño y que había ejemplares desaparecidos. Comenzaron entonces su búsqueda en todoterrenos por la reserva, de 365 hectáreas, el equivalente a una superficie de unos 400 campos de fútbol, hasta que el pasado viernes encontraron al macho alfa, el ejemplar "más grande, sano y bonito", decapitado. Se habían llevado la cabeza.
Inmediatamente presentaron una denuncia ante el Seprona de la Guardia Civil. Los agentes no encontraron ninguna bala ni en el cuerpo del bisonte decapitado ni en la zona. Por ello, sospechan que pudo haber sido envenenado dado que era el primero en comer y el que más cantidad ingería y, por tanto, el primero en sufrir los efectos del veneno. El Seprona ya ha tomado muestras de comida y bebida para su análisis. Sauron tenía la costumbre de comer primero y dejaba clara su supremacía, por ejemplo, tumbándose encima de otros machos. La hipótesis del envenenamiento previo a la decapitación permitiría explicar cómo se llevó a cabo la misma, ya que los bisontes tienden a embestir para defenderse.
El resto de la manada, que se encuentra también enferma con diarreas, ya está siendo atendida por veterinarios. Además, siguen sin encontrarse otros tres ejemplares, que Navarro teme que pueden estar muertos en alguna zona recóndita de la reserva, donde hay zonas de bosque tupido. El recinto estaba protegido con una valla cinegética para evitar que se escaparan los animales aunque Navarro ha apuntado que era relativamente fácil que los desconocidos pudieran colarse dado además el gran tamaño de la reserva.
Los 12 ejemplares de esta manada de Bisonte europeo (Bison bonasus) llegaron entre junio de 2015 y mayo de 2016 tras dos años de gestiones ante la Unión Europa para poder acoger a estos ejemplares de esta especie en peligro de extinción. Estos hechos pueden llevar una multa de 600.000 euros. La desaparición de Sauron puede paralizar, además, la llegada de las primeras hembras a la reserva, que sus responsables querían introducir con fines reproductivos. "Pasado el verano, que es el periodo más duro, y después de que los machos se hubieran aclimatado, estaba previsto que llegasen las hembras", ha señalado Navarro. El escándalo que el presunto asalto va a generar en el mundo del conservacionismo de bisontes europeos complica ahora la llegada, explica Navarro. Al encontrarse en peligro de extinción, el Bison bonasus no puede comprarse, por lo que se depende de donaciones.
El último ejemplar en libertad de Bison bonasus falleció en 1919 en Polonia y entonces solo quedaban 12 ejemplares protegidos en diversos zoos. Por ello, cuatro años más tarde, en 1923, se creó la primera Asociación de Bisonte Europeo para tratar de proteger esta especie, que ha logrado, mediante una estricta vigilancia de las dos líneas existentes para evitar que se crucen, que en estos momentos la población haya crecido hasta los 4.000 bisontes. Sin embargo, siguen siendo una especie débil que enferman con facilidad, ha apuntado.
La reserva de Valdeserrillas es un espacio medioambiental creado por el Icona en el año 1972 para el desarrollo de proyectos enfocados al estudio, conservación y reintroducción de especies cinegéticas en la comarca de los Serranos. Está situada al norte del término de Benagéber, en las proximidades del límite con de Tuéjar, en Valencia. Con una superficie de 330 hectáreas aproximadamente, se caracteriza por el predominio de zonas abruptas y áreas en pendiente, en algunos parajes pronunciada.
Los animales viven en semilibertad, alimentándose del pasto del bosque y recibiendo también suplementos vitamínicos para facilitar su adaptación al entorno natural, según ha explicado el director de la reserva Carlos Álamo. En la reserva valenciana se estaban también realizando estudios, en colaboración con la Facultad de Veterinaria de la Universidad CEU Cardenal Herrera CEU y de Biología de la Universitat de València, desde su comportamiento tanto individual como en manada, hasta la selección de alimento, refugio o las preferencias de ciertos recursos con los que interactúan en el medio. Además, también se analiza la cantidad de monte que limpiaban, como grandes herbívoros que son, para ser utilizados como un elemento de protección de incendios forestales.
Tema bastante serio y que deja en evidencia la seguridad del recinto, además de poner en peligro el futuro del proyecto. Que haya un interés particular en tener una cabeza de bisonte disecada en el salón a cambio de ¿4? vidas animales protegidas por la ley. Si las vallas no suponen problema para que el ser humano las cruce deberían mejorarlas, pero hay que ser malnacido para envenenar a toda una manada, más con la debilidad a la facilidad con la que contraen enfermedades.