Dicen que cuando las cosas no van bien, lo mejor es cortar por lo sano. En Andújar, un padre y sus dos hijos decidieron liarse a hachazos con su mujer y madre al verla paseando con otro hombre.
El amor es como un jardín: hay que regarlo, cuidarlo, y de vez en cuando, podar algunas ramas. Pero, ¿por qué, en lugar de entonar "love is the flower..." y poner toda la energía en el cuidado, algunos prefieren gastarla en lo que se corta? ¿Qué lleva a convertir lo que debería ser un delicado trabajo de jardinería en un campo de batalla?