El pasado 26 de octubre, la citada comisión fue informada de la desaparición (..) de ocho cilindros, de una longitud de 3,5 metros, con un total de 73,5 kilogramos de mineral de uranio", dijo en un comunicado la CNCAN.
"El mineral en forma de roca, excavado en la mina de Baita, forma parte de los metales considerados de baja actividad", ha precisado la misma fuente.
Esta Comisión Nuclear ha asegurado que el impacto radiológico del uranio es "prácticamente inexistente" y el riesgo de contaminación radiactiva para el medio ambiente es "extremadamente limitado".
"Incluso si los cilindros estuvieran rotos o destruidos, el impacto sería reducido" debido a la naturaleza del mineral que se extrae de Baita, ha señalado la agencia nuclear rumana que ha precisado que ha abierto una investigación sobre la desaparición del uranio.
De acuerdo con el periódico local Bihoreanul, que publicó este martes la noticia, la desaparición del mineral fue constatada por los trabajadores del depósito de Stei que se disponían a trasladar este material a la fábrica de tratamiento de Feldioara.
En total había una docena de cilindros en el citado depósito que se supone que fue reforzado con nuevas medidas de seguridad, sigue el diario.
Bihoreanul cita a un ex ingeniero de la Compañía Nacional de Uranio, que prefirió mantenerse en el anonimato, que dijo que "se trata de una desaparición que podría haber ocurrido hace tres meses, incluso un año, pero cuya confirmación oficial se ha producido ahora puesto que esta pérdida no puede ser ignorada".
Rumanía tiene una única central nuclear en todo el país, la de Cernadova, cuyo reactor utiliza tecnología CANDU (CANadá Deuterio Uranio), con tecnología que combina agua pesada y uranio natural como combustible.