Más mierda, de este personaje.
El año pasado y en apenas tres meses, Emmanuel Macron destinó un total de 26.000 euros en maquillaje, lo que le valió ser bautizado bajo el apodo de «el rey del contorno». En su momento, la noticia provocó un aluvión de críticas hacia el presidente francés y un auténtico huracán en el Palacio del Elíseo, aunque esto no fue ni de lejos la única polémica en la que se ha visto atrapado.
Desde que se convirtió en mandatario, sus gastos personales y los de su mujer, Brigitte Macron, han sido una constante fuente de discusiones. El pasado verano se descubrió que el Elíseo invertía 6.000 dólares al mes en un peluquero que está disponible las 24 horas del día, todo el año y al servicio de los «caprichos estéticos» del matrimonio. Su predecesor, François Hollande, también destinaba presupuestos similares en este tipo de cuestiones, pero en su caso la opinión pública fue más permisible.
Puede que su intento fallido de darle un estatus de primera dama a su mujer, algo hasta ese momento era impensable en Francia, haya influido en el hecho de perder el favor del público y convertirse, con tan solo 16 meses de mandato, en el presidente más impopular de la V República, contando con un escaso 31% de valoraciones positivas. Sin embargo, el gran problema de Macron es que el eje vertebrador de su presidencia gira entorno a su política económica en la que los recortes presupuestarios y el aumento de la fiscalidad están a la orden del día, contrastando con sus derroches en el Elíseo.
Por si no fuesen suficientes las acusaciones de despilfarro en cuestiones estéticas, el pasado mes de junio protagonizó una nueva polémica tras gastarse un dineral en una nueva vajilla para el Elíseo. La reputada manufactura de Sèvres, encargada desde 1848 a los servicios de mesa del palacio, tiene en sus manos la elaboración de los 1.200 nuevos platos. La fuerte discusión pública sobre los nuevos platos de Macron, con los que agasajará a los invitados en los banquetes presidenciales, llegó tras no cuadrar las cuentas del presupuesto publicado por el Estado francés con el precio real. Mientras que cifraban el gasto en 50.000 euros, los medios aseguraron que sobrepasaba el medio millón de euros.
La reforma de su residencia de verano en Fort de Brégançon, en la costa mediterránea, tampoco ayudó a apaciguar los ánimos y cambiar la imagen del presidente francés. El matrimonio anunció que gastaría 10.000 euros en poner una piscina en la vivienda, de la que disfrutaron otros exmandatarios como Georges Pompidou, Valéry Giscard d’Estaing, Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy.
Fuente: https://www.abc.es/estilo/gente/abci-lujos-macron-apartaron-favor-publico-201812111235_noticia.html
Telita con el "Rey del contorno". Mucho neoliberalismo, mucho poco estado, nula intervención, pero para maquillaje y comilonas bien que tiene.
Sinvergüenza.