Algunas academias para aprender a conducir en Holanda ofrecen a sus clientes, homo u heterosexuales, la posibilidad de “pagar” las lecciones para obtener el permiso de conducir a cambio de relaciones sexuales con los profesores, informa la edición digital del periódico holandés “Algemeen Dagablad”.
Joder, me equivoque de país al nacer