Una patrulla policial sudafricana en la ciudad de Soweto se encontró con una carreta, tirada por el caballo y en la que los dos sospechosos transportaban el chasis de un automóvil presuntamente robado.
La policía detuvo a los dos hombre y al caballo, como complice del robo.
La capitana explicó que, según la ley, el caballo y el cargamento de la carreta no se podían dejar en medio de la calle mientras los presuntos ladrones eran conducidos a la comisaría.
El caballo fue posteriormente entregado a una asociación protectora de animales mientras que los presuntos ladrones siguen entre rejas.
Minutos despues, el caballo se vengó por el trato injusto que se le había dado: