Noviembre 2019. Mudanza a un nuevo lugar.
Piso bonito, buena ubicación en Barcelona. Todo bien. Frio en la calle.
Bar de abajo de la comunidad. Un bar "arameo" o turco, o que se yo...
Discreto, empleados buena gente según los vecinos, ni rastro de mesas en la terraza.
Pasan algunos meses, aparecen un par de mesas discretas. Se hace de noche, rápidamente desaparecen. Sigue el frio.
Flash-foward: coronavirus. El mundo en silencio. Un alivio. Un descanso para el planeta y sus habitantes.
Y aquí estamos. Hoy, día 1, fase 1 en Barcelona.
TODOS, y digo ABSOLUTAMENTE TODOS los putos bares de la ciudad, se vuelven locos. Y la gente, junto con ellos.
Y ese bar discreto de abajo, que en muchos meses, jamás había porculado, de golpe y porrazo, saca mas mesas que nunca (30%? mis cojones!) y aplica horario verano sin mediar palabra.
Resultado? Mesas llenas en estos instantes, imposible irse a dormir.
La pesadilla que no existió y según vecinos, que no existía, acaba de nacer...
Joder humanos... JO DER.