No, no es en ningún país árabe ni tercermundista, sino en USA!
WASHINGTON.- Existe sexo gratis. Y sexo pagando. Y sexo gratis por el que al final se acaba pagando. A ese último grupo pertenece, por ejemplo, el que Bill Clinton tuvo con Monica Lewinski. Aunque, para sexo caro, nada como el que tuvo Genarlow Wilson en la Nochevieja de 2003. El precio: 10 años de cárcel. Todo gracias a la arcaica legislación del Estado de Georgia.
Esa noche, Wilson, que tenía 17 años y era una prometedora figura del fútbol americano local, se dirigió con unos amigos al motel Days a celebrar un Cotillón que pronto evolucionó en bacanal. Nunca ha quedado claro lo que pasó, pero tres elementos presentes en la pequeña orgía han arruinado, tal vez para siempre, la vida del joven: alcohol a mansalva, una chica de 15 años cuyo nombre no ha sido hecho público, y una cámara de vídeo.
En algún momento de la fiesta, la chica empezó a tener relaciones sexuales con los seis jóvenes, incluido Wilson. La cámara muestra a la chica tirada en el suelo del baño, borracha como una cuba y enrollándose con sus compañeros, entre ellos Wilson. A la mañana siguiente, la niña se despertó sola y desnuda -con sólo los calcetines puestos- en la habitación y llamó a su madre para decirle que la habían violado. Una semana después, Genarlow y sus compañeros salían de sus escuelas esposados por la policía para no volver nunca más.
El resultado del vídeo y de la denuncia han sido 10 años de cárcel para Genarlow Wilson por pederastia -la chica tenía 15 años, uno menos de la edad mínima vigente en el Estado para tener relaciones sexuales-, con el agravante de sexo oral entre menores de edad, considerado un delito penal en Georgia. El fiscal del caso, Eddie Barter, no logró que el jurado aceptara los cargos de violación, puesto que tanto la joven como la madre de ésta declararon que todas las relaciones sexuales que se habían producido aquella Nochevieja habían sido consentidas. A juzgar por quienes vieron el vídeo en el juicio, más que consentidas fueron entusiásticamente solicitadas por la joven, al menos hasta donde su borrachera se lo permitía.
La joven fue particularmente solícita con Genarlow. Pero eso no le ha salvado de 10 años de cárcel. Sus otros compañeros, sin embargo, tuvieron condenas mucho menores, con posibilidad de reducción de pena, y ya están en la calle. ¿Por qué esa diferencia? Por una razón muy sencilla. Los otros cinco jóvenes se declararon culpables, lo que abrió las puertas a castigos menores. Pero, a cambio, estarán de por vida en el registro de delincuentes sexuales del Estado de Georgia, lo que implica que, por ejemplo, nunca podrán vivir bajo el mismo techo con menores de edad. Una exigencia inaceptable para Wilson, que tiene una hermana pequeña que no quiere que le vea como a un delincuente.
Y así, en la cárcel de Burruss, a una hora y media al sur de Atlanta, han transcurrido los últimos dos años de Wilson. "De un día para otro, me lo quitaron todo", declaró recientemente a la cadena de televisión ESPN.
Su vida ciertamente era prometedora. Tenía unas más que aceptables notas y su condición de buen jugador de fútbol estaba a punto de abrirle las puertas de la ultraprestigiosa Universidad de Brown. Wilson estaba con un pie fuera de los guetos negros de Atlanta. Pero acabó en la cárcel.
Todavía le quedan otros ocho años de prisionero. Entretanto, la legislación ha cambiado, y los actos que realizó en la Nochevieja de 2003 serían hoy sólo considerados falta, no un delito, si bien hay que matizar que en la durísima regulación de Georgia eso también implica cárcel, aunque sólo un año. Y el abogado del joven ha encajado derrota tras derrota en los tribunales en su empeño de que éstos reconsideren el caso.
En diciembre pasado, el Tribunal Supremo de Georgia rechazó las apelaciones de Genarlow. En su dictamen, la presidenta de la institución, Leah Ward Sears, declaró: "Siento una gran simpatía por el argumento de Wilson en relación a la injusticia de sentenciar a este prometedor joven con buenas notas y sin antecedentes a 10 años de cárcel sin posibilidad de reducción de condena y a estar registrado toda su vida como delincuente sexual, porque mantuvo relaciones sexuales orales consentidas con una víctima de 15 años que sólo era dos años más joven".
Un grupo de legisladores prepara una ley para liberar a Wilson. El 30 de abril, 'The New York Times' publicó un editorial titulado 'Vergüenza en Georgia' reclamando su liberación. Pero, como en ese Estado el gobernador no puede conmutar penas, la única vía de Wilson es declararse culpable. Así lo dice Barker, quien le metió en la cárcel: "La pelota está en su tejado".
1986: Nace en Georgia (EEUU).
1999: A los 13 años empieza a tener relaciones sexuales y a consumir marihuana y alcohol. 2002: Logra que las prestigiosas universidades de Columbia y Brown consideren su admisión si entra como jugador en sus equipos de fútbol.
2003: Es filmado en Nochevieja mientras mantiene relaciones sexuales con una joven de 15 años.
2005: Un juez le condena a un mínimo de 10 años de cárcel por pederastia, con el agravante de sexo oral entre menores de edad.
http://www.elmundo.es/elmundo/2007/05/09/internacional/1178695612.html
PD: Yo creo que es porque es negro.