Esta es la situación que se vive en algunos pueblos de la provincia con gobiernos de Izquierda Unida (el partido gobernante me da igual, simplemente lo nombro pues han sido los precursores de la genial idea que a continuación describo). El programa de reinserción social está "dando sus frutos" y generando puestos de trabajo para aquellas personas con las venas de los brazos como afluentes del río Volga. Y hasta aquí todo muy bien, que yo no tengo nada en contra (más bien "tenía", porque estoy empezando a cogerles odio) de este sector de la sociedad y me parece acertado darles oportunidades... pero hay oportunidades y oportunidades. Es decir, me molesta ver cómo tienen que meterlos con calzador en puestos de trabajo que más de uno los quisiera. ¿Ejemplos? Estos botones:
- Bedeles;
- Conserjes de instituto;
- Personal de ayuntamiento (desconozco el puesto en concreto);
- Personal de Correos;
- Barrenderos;
- Ayudantes de organizador de eventos de la Concejalía de Cultura;
- Etc.
Me molesta que estos apartados sociales, cuyo camino eligieron ellos mismos (nadie se droga si no quiere uno mismo, me es indiferente quiénes los insten o el grado de madurez que poseían) ocupen puestos de trabajo a los que otras personas, parados, "normales" (es decir, sin problemas como el de la drogadicción) y cualificados, no pueden acceder porque no salen a concurso público puesto que están reservados para el grupo de reinserción. Y son trabajos con jornada de 8 horas (hasta las 2.30 como en el ayuntamiento o Correos), con sus vacaciones, con ventajas sociales y un buen sueldo. Estamos hablando incluso del de barrendero, que a priori parece no atractivo, hasta que te das cuenta que cobran 1200€ al mes y se llevan toda la jornada laboral sentados en el parque, a la sombra, con su litrona y conversando. Más de uno pegaría por barrer las calles por ese dinero, porque hay gente necesitada y que por no ser ex-cocainómanos, por ejemplo, no pueden acceder a dicho empleo.
Y no lo digo con ofensa, ya que ellos no tienen culpa de esto. La culpa es del equipo de gobierno, que da prioridad a unos frente a otros cuando todo ciudadano debería tener los mismos derechos. Y me molesta que algunos de estos individuos, que han delinquido por droga; que han costado dinero público para que se les acogiera en un centro, y luego incluso delinquían en éste por metadona; que han dado mil problemas a la sociedad, ya que ocupaban parques, portales y creaban un miedo lógico, ya que ninguna madre querría ir a esos parques donde han estado drogándose para que su hijo encontrara alguna jeringuilla, por poner un ejemplo de los muchos que entrarían en ese "miedo". Y los hay de 20 años, de 50, rumanos gitanos, mujeres... una amplia variedad, cada uno con sus experiencias a sus espaldas, pero todos bajo un mismo denominador común: eligieron el camino equivocado. Y yo no tengo culpa de que ellos eligieran ese camino equivocado, bastante tengo con haber escogido el mío. Y así yo y muchísimos más afectados (me incluyo porque mientras termino de estudiar claro que me gustaría ocupar un puesto provisional en el ayuntamiento, por ejemplo xD).
Moraleja: ¿cuál es la solución? Meterse en el mundo de la droga para ser dignos a los ojos de los políticos y contar con ese empujón que necesita parte de la sociedad actual para encontrar trabajo. Un empujón en forma de facilidades... esas que se echan tanto de menos en esta época de igualdad.
Igualdad... me parto.