CONTRACTURA
¿Qué es?
Como su propio nombre indica, la contractura muscular es una contracción del músculo, el carácter lesivo radica en la continuidad de esta contracción de forma sostenida en el tiempo. Obviamente esta contracción permanente es involuntaria, quedando de esta forma la musculatura en constante tensión. Un músculo se contrae y se distiende, pero en algunos casos, una zona del vasto muscular no se relaja, y sigue contraída. Esta zona se mantiene dura e hinchada, de ahí que el paciente note un abultamiento al tacto, vulgarmente llamado ‘nudo’.
¿Quién puede padecerlo?
Las malas posturas, la falta de ejercicio, una sobrecarga muscular o incluso una hidratación deficiente pueden ser los principales aliados de estas dolorosas alteraciones en nuestra musculatura.
Síntomas y recuperación
Un signo muy característico es el endurecimiento que se nota al tocar el área dolorosa. Si la contractura es muy importante puede haber compromiso de la circulación sanguínea. Cuando esto ocurre a nivel del cuello el paciente puede manifestar mareos; adormecimiento u hormigueos del brazo y “Cefalea tensional” los dolores de cabeza frecuentes suelen ser causados por contractura de los músculos del cuello o la frente como consecuencia del estrés.
Cuando ésta el resultado de un esfuerzo o traumatismo brusco puede acompañarse de lesiones más o menos graves en los ligamientos y tendones.
La recuperación demanda desde unos días a dos o tres semanas según la gravedad del caso. A veces la lesión es muy extensa, la inflamación muy importante y la recuperación requiere inmovilización. En estos casos puede aparecer rigidez y el tiempo de recuperación se prolonga.
Tratamiento
-
En primer lugar, se debe aplicar la propia lógica: alejarse del mecanismo lesional. Si un ejercicio o la repetición de un gesto crea una contractura, se deben evitar estos ejercicios o gestos. El reposo, en muchas ocasiones, es el mejor método de curación.
-
Un tratamiento muy válido en los primeros estadios de la contractura, es la aplicación de calor seco en la zona afectada, como por ejemplo el uso de almohadas eléctricas. El calor es un potente vasodilatador y contribuirá a la depuración sanguínea del segmento muscular, además de provocar una sensación inmediata de alivio por su efecto analgésico y relajante.
-
Los baños de contraste son otra forma de paliar los efectos dolorosos de las contracturas. Esta técnica se basa en el uso alterno del agua fría y el agua caliente, provocando reacciones sucesivas de vasoconstricción y vasodilatación, estimulando así la circulación en la extremidad tratada.
-
El uso de la farmacología es un tratamiento más agresivo, más químico, pero con unos resultados óptimos. Cualquier antiinflamatorio, ya sea de ingesta oral o de aplicación cutánea, ayudará a la recuperación de la zona dañada.
-
Los masajes. El método más eficaz y natural de todos los expuestos anteriormente. No existe mejor remedio ante una contractura que ponerse en manos de un profesional de las terapias manuales para erradicar la dolencia.
Propósito del hilo
Con este hilo se pretende recopilar toda la información posible sobre un tratamiento adecuado, la prevención y consejos prácticos. Se debe tener en cuenta que no todas las contracturas son iguales, el tratamiento que a ti te funcionó es posible que a otro no.