Colau ganaría en una Barcelona ingobernable
La activista y Trias se quedan lejos de la mayoría absoluta
Sólo un tripartito de izquierdas entre Colau, el PSC y ERC podría llegar a formar un Ejecutivo estable
La capital catalana va camino de convertirse en una ciudad ingobernable. Ni el actual alcalde, Xavier Trias, ni su principal adversaria, Ada Colau, conseguirían el respaldo suficiente para construir un Ejecutivo viable. Hoy se produciría un empate técnico en cabeza entre CiU y Barcelona en Comú.
Si los comicios se celebrasen hoy, tanto la plataforma electoral liderada por la ex activista de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) -en la que se integran Podemos e ICV- como Convergència i Unió obtendrían únicamente 10 concejales, muy lejos de los 21 que marcan la mayoría absoluta en el Consistorio de la capital catalana. La fragmentación y la mínima diferencia entre los partidos que concurrirán a los comicios impediría un Gobierno en minoría, como el que Trias ha dirigido los últimos cuatro años con sólo 14 concejales, y obligaría a una alianza a tres bandas para alcanzar ese umbral de la mayoría absoluta.
La encuesta de Sigma Dos para EL MUNDO dibuja una igualdad extrema entre Barcelona en Comú y CiU, con una ligera ventaja para Colau, que se impondría con el 22,3% de los votos frente al 21,4% de Trias. Pero la sensación en las municipales del 24 de mayo sería Ciutadans que, tras fracasar en sus dos anteriores tentativas, irrumpiría como tercera fuerza, con más del 14% de los sufragios y la posibilidad de alcanzar los siete concejales.
La formación presidida por Albert Rivera superaría al PSC y ERC, que ocuparían la cuarta y quinta plaza, respectivamente, con un máximo de seis ediles, y relegaría al último lugar al PP, que se quedaría en cuatro concejales. Socialistas y populares sufrirían un notable descalabro, con la pérdida de más de la mitad de sus representantes -cinco en el caso del PP y hasta seis en el del PSC-, mientras que ERC mejoraría -partía de dos concejales- pero no lograría un repunte suficiente para hacer posible un Gobierno independentista en Barcelona con CiU.
La otra formación soberanista en liza, la CUP, tampoco podría ayudar a apuntalar ese Ejecutivo, pues seguiría sin conseguir representación, como le ocurriría a UPyD, de nuevo intrascendente en el panorama político catalán.
Tripartito de izquierdas
Según el sondeo, la posibilidad más factible para gobernar con mayoría absoluta sería la reformulación de un tripartito de izquierdas como el que, tradicionalmente, ha pilotado la Ciudad Condal. La suma de los votos de Barcelona en Comú, PSC y ERC podría superar, con hasta 22 concejales, la frontera para gobernar sin muletas.
Las dificultades radican en que el partido de Colau considera a esas dos formaciones, y especialmente a los socialistas, tan responsables como Trias del modelo «capitalista y desigual» de ciudad que pretende derrocar. Otro obstáculo es que tanto el candidato republicano, Alfred Bosch, como el socialista, Jaume Collboni, concurren con la firme intención de convertirse en alcaldes de la ciudad para seguir impulsando su carrera política y, difícilmente, aceptarían un papel secundario a las órdenes de Colau.
El resto de combinaciones plausibles desde el punto de vista político naufragarían desde el matemático. En los últimos meses ha ganado peso la posibilidad de un Gobierno sociovergente nacido de la suma de votos de CiU y PSC. El último indicio fue el respaldo de los socialistas a los presupuestos del mandato de Trias, lo que salvó al nacionalista de una prórroga que se daba por segura. Pero, según el sondeo de Sigma Dos, esa opción sólo sumaría 16 ediles en el mejor de los casos. También lejos de los 21 quedaría la alianza entre CiU y PP, una apuesta hoy revolucionaria pero que estuvo a punto de fructificar tras las municipales de 2011, cuando el proceso soberanista aún no había estallado.
Los populares acordaron con Trias las principales inversiones del mandato y sus primeros presupuestos, pero, aunque el alcalde abandonara su subordinación al proyecto rupturista de Artur Mas, no sumaría con los de Alberto Fernández Díaz. Unidos obtendrían 14 concejales, como mucho.
Este impracticable terreno de juego nace de un trasvase de votos generalizado. El mayor beneficiado sería Ciutadans. Casi el 7% de sus votantes había respaldado al PP en 2011. También Barcelona en Comú saldría bien parada en detrimento del resto de partidos de izquierda, al hacerse con un 6,5% de antiguos apoyos socialistas y un 6% de ERC. Cabe precisar que los de Colau no parten de cero, ya que absorbieron a una ICV que en los últimos comicios consiguió cinco concejales.
ERC y CiU atesoran una gran fidelidad electoral, circunstancia que, en el caso de Trias, podría explicarse por diversos motivos. El primero es que cunde la sensación entre los encuestados de que la situación de la ciudad es estable: un 44% considera que es «buena o muy buena», frente al 19% que la ve «mala o muy mala».
Y, en otro plano, porque Trias es el candidato más conocido y el segundo mejor valorado. El 83% de los barceloneses sabe quién es su actual alcalde, frente al 64% que sitúa a la principal favorita según el sondeo, Ada Colau. Precisamente, Colau es la más apreciada y la única aspirante que aprueba. Sorprende que el popular Fernández Díaz, con un grado de conocimiento del 76% fruto de su dilatada carrera en el Ayuntamiento, sea considerado, con una nota del 3,5, el peor valorado, especialmente porque le rebasa Montse Tonda, la anónima cabeza de lista de UPyD, a la que sólo pone cara el 17% de los sondeados.
A estas alturas, la principal conclusión es que Trias y Colau se disputarán el cetro de una ciudad llamada a convertirse en paradigma de la inestabilidad política.
Fuente http://www.elmundo.es/cataluna/2015/04/07/5522e4cee2704e293d8b457c.html
Es increible como el partido de Ada Colau puede ser la primera fuerza politica en Barcelona. Esperemos que lo consiga y empiece ayudar a las personas mas desfavorecidas. A ver que hacen con el tema de las hipoteticas.