En efecto, hay muchos profesionales y voluntarios cerrando heridas en los bordes de las carreteras españolas. Mientras el estado continúa su silencio y la mayoría de la ciudadanía mira a otro lado con vergüenza o con orgullo.
Ya lo dijo Ian Gibson hace unos años:
"Tengo la sensación de que si no estuviéramos en Europa aquí no habría garantía de estabilidad. Este país da la sensación de que se puede deshacer en cualquier momento. Si no hubiera sido por Europa, no hubiera sido tan democrático. Porque la derecha española es la peor del continente: no perdona, no acepta responsabilidades, no admite errores, expresa desdén hacia los otros..."