Una pobre educación económica genera individuos con alta preferencia temporal, que les genera una propensidad al ahorro.
Puedes quejarte de todos los problemas sistémicos que azotan a los trabajadores y las clases bajas de este país y del mundo y puedes tener razón en todas ellas, pero cualquiera que se relacione con ellos diariamente (que somos todos aquí ya que es lo que somos) y tenga un mínimo de honestidad debe reconocer que la mayoría, si tuviera dinero, lo despilfarraría rápido.