Los clientes de un local de Warren, en Michigan (EE.UU.), no olvidarán fácilmente la escena que presenciaron: un hombre de 52 años que entró y, con total tranquilidad, pidió un café. Esto no tendría nada de extraordinario si este hombre no hubiera llevado clavado en el pecho un cuchillo de 12 centímetros. Un empleado del local, George Mirdita, comentó que era "de película, todos los clientes giraban la cabeza con disgusto, pero él no se quejó en ningún momento. Sólo dijo que estaba esperando una ambulancia".
Lol, que cojones... :o_o: pues nada, normal que se quedaran todos flipando. #5 Que crack xD, ahi le has dado