Hola,
Gibraltar, que en los últimos meses se ha propuesto cobrar protagonismo y dar porculo a España por diversos motivos, es un mundo de lo más peculiar. He estado varias veces allí y el impacto de cambiar de país que te llevas al ver las calles, las casas y demás es enorme, impropio de un trozo de piedra con 5-6 casas arrejuntadas y pegadas a España, pero si hay algo que realmente sorprende y choca a partes iguales es la forma de hablar de sus habitantes. El idioma oficial es el inglés, pero el español se usa tanto o más a ras de calle porque la mayoría de los habitantes son bilingües o andaluces de pura cepa, pero no es ahí donde reside el quid de mi hilo. Adonde quiero ir a parar es al idioma que utilizan en televisión y cuando están reunidos entre ellos. Es la leche. Es decir, no utilizan el inglés o el español, no, sino una mezcla incómoda de oír para hispanohablantes y anglosajones "de pura cepa" y que roza el insulto a sus idiomas originales. No se trata del spanglish que se habla en determinadas regiones de Centro y Norteamérica, sino de un auténtico cacao lingüístico que ellos denominan "llanito" pero que, a nuestros oídos, cuesta horrores deglutir.
Cuando me lo contaron hace unos años, yo era bastante excéptico. "No será para tanto", decía e insistía, pero hoy me ha dado por ver algunos programas de GBC (Gibraltar Television) y pffffff, es la leche. Cuesta creer que los programas sean en serio y no de coña por culpa del lenguaje utilizado. Parecen una parodia a mala leche, pero no lo son en absoluto. Si Shakespeare y Cervantes levantaran la cabeza y oyeran semejante mezcla, les sangrarían los oídos hasta ahogarse con su propia sangre. Y como todo lo que diga será siempre insuficiente para el apelativo que se merece, para muestra un botón:
Es un programa de cocina que se emite a mediodía y que tiene bastante aceptación. Y, vuelvo a insistir, no es de coña ni una parodia. Si buscáis otros programas de GBC, veréis que en todos se utiliza esa mezcla insultante de inglés y español salvo en los telediarios. Y lo peor de todo es que, cuando hablan español, lo hacen como andaluces castizos, y cuando hablan inglés, como británicos redomados (en este vídeo la pronunciación de Pepe es jodida, pero la de Vanessa es realmente destacable y muy fluida).
Seguramente a muchos de vosotros esto os sea conocido, pero ello no quita que sea la hostia encebollada...u horripilante, según se mire.