Me siento en la necesidad de hacer este hilo. Me llama poderosísimamente la atención de la libertad de practicar la maldad a conciencia que tienen muchos periodistas en España para favorecer al Régimen.
Cierto es que, en estos tiempos se ha demostrado las tantísimas falacias de tantos periódicos acólitos al Régimen y sus periodistas. Las falacias, difamaciones, ofensas y ataques personales de los periodistas corruptos hacia personas que cuestionan el status-quo no ha tenido límites y tampoco lo tendrán.
Lo preocupante no es solo eso. Lo preocupante es que después de demostrar sus falsedades, sigue habiendo una gran mayoría de personas que, sabiendo que mienten a drede, fingen creerse esas informaciones porque les viene muy bien para atacar a determinados partidos. No importa que les muestres luego en el rostro la falsedad de la ''información'', saltarán con tópicos de libertad de expresión (libertad de ofensa y difamación, que es delito).
Yo a este tipo de gente les llamo "tontos útiles" porque no sacan tajada de nada pero les siguen el juego a dicha élite para favorecer sus intereses socio-económicos que nada tiene que ver con el 99% del lector.
Es muy bien sabido que los grandes bancos son los que financian a los grandes periódicos (y partidos PPSOEC's) y, evidentemente, están a su servicio. Podemos hablar del tópico de "bueno, lo importante es que son profesionales", intentando obviar (a ver si cuela) que esos "profesionales" están pagados por ese banco o gran empresa que es dueña de ese periódico y que, evidentemente, tendrá que decir lo que favorezca al medio y no al revés.
Pero insisto, es preocupante que la gente que sabe que esos periodistas corruptos mienten a drede sigan apoyándolos porque les venga bien, en lugar de condenar el periodismo corrupto por el bien del país.
Ya basta de victimizar a periodistas que ladran como perros cuando un partido intenta hacer las cosas bien hablando de libertad de expresión mientras han estado tan callados (les pagan quien les pagan) cuando se cometen crímenes contra los DDHH por sus dueños.