La verdad es que está el panorama del humor español un tanto muerto del asco; si hay algún humorista bueno empalaga con las bromas sobre fachas, y los que no se meten en política están tan agotados como Mota. Queda alguno decente como Goyo Jiménez, pero no se prodiga mucho últimamente.
Y en USA desde que se cargaron a Louis CK y Chapelle pasa, pues casi casi que igual.
No son buenos tiempos para el humor, se ha convertido en una profesión de riesgo. Jodido Twitter, qué daño está haciendo ese nido de soplapollas.