Esperanza Aguirre, la presidenta del Partido Popular de Madrid, mostró ayer en una conferencia en Barcelona su receta para desarmar a quienes aspiran a que Catalunya se convierta en un Estado independiente: “Catalanizar” España y afrontar una revisión del actual modelo autonómico la Constitución que acabe con el café para todos y reconozca la especificidad de Catalunya. Tras dejar claro que la Constitución prohíbe la consulta, Aguirre defendió que la forma de desatascar el conflicto es seducir a quienes apuestan por la secesión y no insistir en augurar la catástrofe económica que podría sufrir una eventual Catalunya independiente: “Cuando somos presa del amor y el odio, las consecuencias económicas importan poco”.
El discurso de Aguirre descolocó al PP catalán, muy lejos de esas reivindicaciones, hasta el punto de que Alicia Sánchez-Camacho se vio obligada al término de la charla a admitir que apoyaba la idea de “catalanizar” apelando a que Catalunya siempre ha sido el motor de España. Pero, sobre todo, las palabras de Aguirre suponen un ataque frontal a la estrategia del Mariano Rajoy, que confía en reconducir el proceso dialogando con Artur Mas y esperando a que el tiempo diluya la presión soberanista. “Que no me digan que no hay tiempo para buscar soluciones. Siempre lo hay. Como dijo Einsten, las crisis son oportunidades para evolucionar”.
Aguirre tachó de “error” intentar convencer a los independentistas diciéndoles que les “va a ir muy mal en lo económico y en lo material”. “Es como decirle a un enamorado que su novia es muy pobre y que si se casan, van a pasar muchas apreturas. No solo no le convences, sino que le enciendes más su pasión amorosa”.
“Es comprensible el malestar de los políticos catalanes cuando ven que en Murcia, Logroño o Santander se copian instituciones que creían exclusivamente suyas o cuando comunidades creadas de la nada se igualan a Catalunya en competencias e instituciones”, dijo y remachó: “Con el café para todos se puede comprender a quienes dicen que no se reconoce la especificidad de Catalunya”.
“Al conjunto de españoles les vendría muy bien conocer y amar más a Catalunya y lo catalán”, deslizó, aludiendo a la necesidad de estudiar su idioma, literatura e historia. Pero para ello, dijo, es necesario que los catalanes recuperen su “proverbial espíritu abierto, independiente y empresarial olvidándose del intervencionismo de sus políticos”. Aguirre emplazó a los empresarios catalanes a comprometerse a liderar la economía y ciencia españolas emulando al Barça, que ha “exportado su modelo de juego y logrado que España ganara el Mundial”.
“No he venido a esta tribuna a criticar a Rajoy; hace lo que puede”.
Fuente: ElPaís
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