En tiempos remotos, allá por el 2005 de nuestro señor, comenzaron en España y latinoamérica las batallas de gallos a nivel nacional e internacional, por parte de Red Bull. En aquel entonces, el mayor evento del año y el sueño de la vida de los freestylers era participar en la Red Bull Batalla de los Gallos, y ésta competición fue creciendo con el paso de los años, hasta que en 2009 hicieron un parón, que continuó hasta 2012 (en latinoamérica), y 2013 (en España), donde se hizo la primera internacional. En todo ese tiempo, competiciones como la Hipnotik o la Gold Battle (España), o A Cara de perro zoo (Argentina), suplieron a la Red Bull, pero no tenían el boom de esta última, y los eventos seguían siendo escasos a lo largo del año.
Sin embargo, a la llegada de la Red Bull de nuevo, y sobretodo a partir de 2015, los eventos comenzaron a multiplicarse. Y donde al principio teníamos un aczino vs chuty, llegamos a tener más de 10, sobreexplotando la fórmula y forzando la máquina hasta el punto de que, a día de hoy, hay como 2/3 eventos, normalmente incluso internacionales, por cada fin de semana. Haciendo que ya se haga repetitivo los emparejamientos de siempre, con los freestylers de siempre, y con las rimas de siempre dichas y redichas hasta la saciedad, hasta el punto en que tienen que tirar recicladas, cosa que gusta mucho al público actual, ya que la mayoría es gente que entra nueva en este mundillo debido a su viralización. El público, al gritar rimas básicas, fáciles y directas (como las recicladas, por ejemplo), hace que los freestylers empiecen a tirar más este tipo de rimas, y retroalimentando al jurado, que empieza a votar a partir de la reacción del público, haciendo con esto un círculo vicioso de rimas aburridas y repetitivas, al igual que el circuito actual, saturado y con necesidad de aire fresco y tomarse un respiro.
Y vosotros, ¿qué pensáis sobre la sobreexplotación de las batallas de gallos? (sin contar estos momentos de cuarentena mundial, claro)