Mirad al 8 del real Madrid (Maciulis), al señor que tenía que defender al jugador que mete la canasta. Fijaros como se queda parado bajando los brazos y dándolo todo por perdido después de una defensa de mierda... es entonces cuando Llul, un tío con los cojones como satélites de Saturno, pide la bola a toda ostia aprovechando que no tiene marcaje y hace ese tiro casi sin oposición.
Es un churro, tiene la suerte de su vida, pero sin ACTITUD ese tiro no habría entrado nunca.No se rinde mientras quedan 6 décimas de segundo y al final tiene premio. Si encima le sumas que se había subido al equipo a sus espaldas en la recta final del partido metiendo casi todos los puntos... Estas cosas enamoran a los entrenadores y sobre todo a los aficionados.
Grande Sergio, eres grande.