#240 Fracasan ambas, amparadas por la ley.
Hoy por hoy, ser padre es lo mas complicado del mundo. Cuando vas a tener o te propones tener un hijo debes de ser consciente de que ellos tienen todos los derechos.
En la época de nuestros padres estudiando si llegaban a su casa y le decían a sus padres que el profesor de la había abofeteado o le había echado de clase, sus padres le daban otra hostia. Hoy es todo al contrario. Cuando un crio llega a casa diciendo que el profesor lo a echado de clase, el o los padres de la criatura van en busca y captura a por el profesor de turno a liarsela parda, quitándole a el toda autoridad y razón posible, y premiando al hijo por ser un sin verguenza.
Luego tienes a los padres que si están preparados para ser padres, y se atreven a castigar a sus hijos si se equivocan. Pero claro, si antes no te comías las lentajas a las 2, te las merendabas o te las cenabas porque no te iban a hacer otra cosa; con la nueva ley que registró Zapatero (y que Rajoy no se ha dignado a cambiar) es que si tu padres no te dan de comer (mejor dicho, sino quieres que te den de comer lo que tu quieres) los puedes denunciar por maltrato, si te esconden el móvil, ordenador, consola, tablet, te castigan sin salir de casa, etc.. para que estudies y no pierdas el tiempo también pueden denunciar por maltrato, si te pegan una hostia (que es como se ha educado de toda la vida a un hijo) también puedes ser denunciado por maltrato,...
¿Que es lo que ocurre?, que al final un crio se apodera de la casa, hace lo que le sale de los cojones, y como no necesita estudiar porque puede tener a sus padres comiéndole los huevos, simplemente viven la vida como ya dijeron mas arriba: fumando porros, emborrachándose los fines de semana, follando, etc... Estos chavales, en su mayoría, acaban madurando pero demasiado tarde.
Luego resulta gracioso ver como muchos padres pasotas dicen a voz alta, que los profesores son quienes deben educar a su hijo. Ahora bien, si el profesor castiga al hijo para enseñarle, el padre de este chaval va a cantarle las 40 al profesor. ¿En qué quedamos entonces?.