Las emisiones de CO2 imputables a la red de computadoras que buscan y obtienen esta criptomoneda se han multiplicado por 126 entre 2016 y 2021, según un estudio de la revista 'Nature'
El bitcoin no es sostenible. El impacto medioambiental de la llamada minería de esta criptomoneda digital ya es equivalente al que causa la producción de carne de vacuno a escala mundial, según un análisis publicado este jueves en la revista Nature.
Los expertos sugieren que en lugar de considerar el bitcoin como una especie de oro virtual, debería compararse con productos mucho más terrenales (metales y materias primas) para cuya extracción o producción se consumen ingentes cantidades de energía y se contamina el aire, el agua y el suelo.
En torno al 61% del minado de criptodivisas consume electricidad producida con carbón y gas natural, combustibles muy contaminantes, recuerdan los autores en un comunicado de prensa.
Dinero virtual, contaminación real
Bitcoin es una moneda digital escondida (de ahí el prefijo ‘cripto’, del griego ‘oculto’). A diferencia de una moneda real, las criptomonedas no se acuñan, sino que se extraen del mundo virtual, como si fuese un metal precioso. Y, al igual que sucede con los metales preciosos, la cantidad de bitcoin es limitada: existen 21 millones de bitcoins, de los que más de 19 millones ya han sido extraídos.
¿Es el fin del Bitcoin? ¿Se ha especulado por encima de nuestras posibilidades? ¿Es una gilipollez como otras tantas ancladas a la supuesta sostenibilidad?