Saludos a tod@s,
Ayer como muchos sabeis, fue la diada catalana y aproveché para remarcar los puntos más importantes de porqué todo es una mentira y un engaño para que los políticos de turno se forren aun más. hablando por whatsapp en pc con mi hermano le mandé 3 artículos de vital importancia y la verdad estoy muy confundido con el resultado, decir que toda mi familia es Española y Catalana pero mi hermano parece no entenderlo, aviso los artículos son un poco largos pero valen la pena:
Antes de que los leais deciros que el resultado fue increiblemente fuerte, me empezó a insultar diciendome cosas como:
"No hi ha res pitxor que un català butifler, això si que fa pena! Per lo menos els moros defensen lo seu, però un butifler es un traidor "
Traducido quiere decir: "No hay nada peor que un catalán butifler, eso si que da pena! Por lo menos los moros defienden lo suyo, pero un butifler es un traidor"
Yo le dije cosas como que la variedad de opiniones ha de ser respetada, que me basaba en el respeto y en la democracia, que siempre hay otra version de la historia a tener en cuenta, que su fanatismo no le daba de comer, que el único que era mal hablado era él, que yo no le habia faltado al respeto en ningún momento. Tras mis palabras educadas y tras ver que tenía mas de 44 likes y más de 12 articulos compartidos en mimuro me eliminó según sus palabras de su vida,me bloqueo de todos los sitios posibles whats, face, etc... Y yo me pregunto, sobreponer una opinión política a un ser de la familia querido, es normal? a donde hemos llegado? Ustedes saben el radicalismo que tenemos que soportar los Españoles que vivimos en Cataluña? Y esto lo dice un servidor que sus dos apellidos son Catalanes.
Y ahora ahi van los artículos:
1:, EL INDEPENTISMO CATALÄN:
El independentismo catalán o separatismo catalán es en la actualidad una corriente política izquierdista y antiblanca que busca la independencia de Cataluña y otras comunidades españolas respecto de España, llegando incluso a reclamar territorios que pertenecen actualmente a Francia y a Italia, para anexarlos a una entidad imaginaria que ellos denominan "Países catalanes".
Desde sus inicios y hasta la década de los ochenta recurrió al terrorismo y la lucha armada para lograr sus fines, buscando apoyos entre sus aliados de ETA, los grupos separatistas gallegos o hasta los comunistas de Stalin en 1926. Busca además la imposición obligatoria de la lengua y cultura catalanas en todo el territorio que reclama como suyo. Para ello utiliza fondos públicos para promover el odio a España y un persistente acoso social y legal de aquellas personas que prefieren hablar el idioma español, al que los independentistas denominan eufemísticamente "castellano".
Los así llamados catalanistas reivindican un pasado glorioso, donde su pueblo habría conquistado otros reinos (como el de Valencia, por ejemplo) y anexado territorios a la así llamada "nación catalana". Asimismo sostienen que el idioma catalán habría evolucionando directamente del latín. Sin embargo lo que el independentismo actualmente denomina idioma catalán, no es una lengua nativa de Cataluña, sino el idioma que les fue impuesto por la Corona de Aragón después de anexionarse Cataluña. A lo largo de la historia nunca ha existido de una "nación catalana" independiente. Como sus propios defensores admiten, este es un fenómeno eminentemente desarrollado en el siglo XX, que tuvo sus tímidos inicios justo al final del siglo XIX. Los territorios sobre los que reclaman soberanía son realmente una serie de condados, regiones y otros reinos invadidos por los aragoneses, a los que le fueron impuestos un idioma derivado del occitano del cual deriva lo que el independentismo prefiere llamar "catalán".
A veces pseudo-historiadores recurren a la falsificación al referirse al reino de Aragón como de "Aragón y Cataluña". Pero existe un amplio consenso histórico en cuanto a que ese no era el nombre oficial, sino que se le llamaba "Reino de Aragón".
El catalanismo radical no solo busca la construcción de una falsa nación basada en mitos y en distorsiones históricas; conscientes de los grandes errores e incoherencias que muestra su inventada historia, tienen que desprestigiar la de España. Porque el catalanismo para justificarse a si mismo, tiene que buscar un chivo expiatorio al que imputar la culpa de todos los males de los que adolece.
En su libro "Historias ocultadas del nacionalismo catalán" Javier Barraycoa pone de relieve la falsedad y manipulación histórica en que se basan los independentistas catalanes, tomando como realidades multiseculares toda una serie de hechos que en realidad se han incorporado al imaginario catalanista sólo muy recientemente.
Hoy, en Cataluña, se toman como realidades multiseculares toda una serie de hechos que en realidad se han incorporado al imaginario catalanista sólo muy recientemente. El propio catalanismo, con apenas un siglo de historia, pretende encarnar el alma de una Cataluña casi milenaria, reconfigurando no sólo la historia de Cataluña sino la del propio catalanismo. El catalanismo inventa Cataluña y cree sus mentiras a pies juntillas. Todo lo que se oponga al envoltorio virtual, fantasmagórico, que absorbe las almas, las historias y los entornos del catalán concreto debe desaparecer.
Los independentistas asumen una posición ambigua con respecto a estas medidas dado que en el pasado se "opusieron" a la supuesta prohibición del idioma catalán por parte del Franquismo. Por un lado apoyan la imposición del catalán y por otro intentan de manera hipócrita el negar que esta se está llevando a cabo. Algunas medidas concretas de esta política son las siguientes.
-La televisión está intervenida por regulaciones que obligan a transmitir en catalán un cierto número de horas diarias en horarios de máxima audiencia. Asimismo se obliga a los cines a traducir al catalán el 50% de la películas que exhiben al público.
-Los centros educativos públicos son obligados a enseñar las materias en catalán.
-Se prohíbe la existencia de escuelas privadas donde no se enseñe el catalán.
-El ayuntamiento multa a los comercios que rotulen o atiendan al público solo en español, mientras que no hacen nada a aquellos que coloquen carteles en otros idiomas sin subtitular al catalán, como es el caso del inglés, francés, alemán y sobre todo el árabe; bastante habituales en el centro de Barcelona.
-El comerciante u oficinista que atiende al público está obligado por ley a saber catalán. Esto impide a muchos españoles el conseguir puestos de trabajo relacionados con la atención al público en Cataluña.
-Las aerolíneas han sido sancionadas para que impongan el catalán.
Todo esto motivado meramente por intereses de los políticos catalanistas que quieren perpetuarse en el poder. Mientras tanto, la casi totalidad de los catalanes saben también español y por ello no habría necesidad real de ninguna de estas medidas.
Como ha señalado en varias ocasiones el actual presidente del gobierno Mariano Rajoy, si un ciudadano español quiere abrir una tienda en Dinamarca donde se atiende en español, tiene todo el derecho legal de hacerlo. Pero paradójicamente, el mismo ciudadano no podría abrir esa misma tienda en Cataluña, porque la ley se lo prohíbe. O sea que lo que los independentistas persiguen es penalizar el hablar español en España.
Otra política que pone de manifiesto la intolerancia del ayuntamiento es intentar obligar a los extranjeros a hablar catalán. Los mismos se espera que sean asimilados reemplazando sus idiomas y costumbres por las catalanas y en ningún caso por las españolas. Para tales fines se ha dispuesto que las unidades de "integración de inmigrantes" (eufemismo utilizado para encubrir la política asimilacionista) utilicen el catalán y no el español, lo cual limita sus posibilidades de reales de encontrar trabajo en España.
Dado que los independentistas niegan la realidad de que Cataluña está en España, consideran a los ciudadanos españoles de otras comunidades autónomas como "extranjeros" a los que hay que asimilar. Pese a estar en su propio país, se les aplica la así llamada "integración", que incluye el promover la coacción social para obligarles a adoptar el catalán. Los partidos políticos catalanistas adoctrinan al pueblo para ejercer presión continua sobre estos españoles así como contra aquellos nacidos en otros países fuera de España.
Dejando a un lado cuestiones políticas, dado que la casi totalidad de los catalanes hablan también español, para alguien que ya sabe español resulta inútil aprender catalán. Así lo explicó en su momento la defensora del pueblo María Luisa Cava, al considerar un hecho que los inmigrantes se integran perfectamente en Cataluña hablando solamente español.
3 : LA VERDADERA HISTORIA DEL 11 DE SEPTIEMBRE DE 1714
Cómo se construye una gran mentira.
El 11 de septiembre de cada año se celebra la Diada, la fiesta de Cataluña desde que el Parlamento de Cataluña la declaró Fiesta de la Comunidad en 1980. Con ella se recuerda la caída de Barcelona en manos de las tropas borbónicas al mando del Duque de Berwick durante la Guerra de Sucesión española en 1714.
Pero ya antes, a finales del siglo XIX, esta fecha era conmemorada por el incipiente nacionalismo político catalán, que le daba una lectura que se alejaba de la realidad histórica, y en su lugar la utilizaba para justificar su nuevo proyecto político. Así, de lo histórico pasaron a lo místico, y de la realidad a la ficción:llegan a realizar una ofrenda floral conmemorativa al conseller en cap Rafael Casanova, presentándolo como mártir, cuando en realidad había muerto veintinueve años más tarde (en 1743) en su domicilio, tras recibir el perdón real. Esta manipulación del hecho histórico como coartada política se ha prolongado hasta nuestros días, convirtiéndose en una descarnada mentira histórica al servicio de la “construcción nacional”. La tergiversación de la historia por parte del nacionalismo trajo la desgracia a Europa alentando el fascismo y el nazismo de la primera mitad del siglo XX y hoy, cuando en Europa es rechazado de forma contundente, nuevamente se configura en nuestro país como una herramienta demagógica de enfrentamiento entre personas y territorios al servicio de los nacionalismos de nuestro tiempo. Ciudadanos no acepta esa mentira.
Por ello en Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía no celebramos la Diada del 11 de septiembre, puesto que no queremos ayudar, con nuestra participación, a perpetuar una mentira histórica que además sea un referente simbólico común a todos los catalanes. La manipulación que han llevado a cabo los independentistas del significado histórico del 11 de septiembre de 1714 convierte la conmemoración de este día en la diada nacionalista de Cataluña y no en lo que debería ser: la fiesta cívica de todos los ciudadanos catalanes.
No aceptamos que la manipulación nacionalista del pasado deba ser jaleada y apoyada por una ciudadanía democrática y libre.
No al silencio: pasemos a la acción.
La mayoría de los catalanes no se siente identificada con esa celebración nacionalista y decide libremente celebrarlo a su manera. Es un día festivo, ideal para disfrutar de la familia y de los últimos días del verano.
Sin embargo, en Ciudadanos creemos que la pasividad silenciosa de buena parte de la sociedad catalana da alas a las ambiciones y manipulaciones nacionalistas. Su mentira no puede convertirse en verdad por el mero hecho de que sea repetida como un mantra irrefutable por sus iluminados habituales, abrigados al amparo de la indiferencia o incluso el hastío que provoca en la ciudadanía esta celebración.
Digámoslo en voz alta: las reiteradas querellas del pasado sólo sirven a quienes las utilizan como coartada para reclamar beneficios políticos en el presente, desviando la atención de los problemas reales de los ciudadanos. Para los nacionalistas, la historia sirve únicamente como instrumento político de adoctrinamiento y manipulación.
Decía Pío Baroja que la historia es siempre una fantasía sin base científica y que cuando se pretende levantar sobre ella un tinglado y sobre éste una consecuencia, se corre el peligro de que un dato cambie y se venga abajo toda la armazón histórica. En Ciudadanos queremos, con algunos apuntes sobre los acontecimientos de la Guerra de Sucesión y sobre el 11 de septiembre de 1714, ayudar a desmontar y refutar las mentiras históricas sobre las que se sustenta argumentalmente el independentismo catalán.
11 de septiembre de 1714: ¿sabías que…?
1) El 11 de septiembre se conmemora la rendición de la ciudad de Barcelona en 1714, tras la declaración de guerra de las Cortes Catalanas el 10 de julio del mismo año al no reconocer éstas el Tratado de Utrecht que ponía fin a la Guerra de Sucesión Española. La guerra no fue de secesión, como los nacionalistas venden, sino de sucesión. En dicho Tratado el pretendiente a la Corona Española, el Archiduque Carlos de Habsburgo renuncia al trono, reconociendo la soberanía de Felipe D´Anjou, contra el que se la disputó en la llamada Guerra de Sucesión Española, tras la muerte sin descendencia del Rey de España Carlos II. Es decir, fue una guerra civil entre partidarios de dos pretendientes a suceder en la corona de España al rey muerto sin descendencia.
2) Madrid, Alcalá y Toledo lucharon en el mismo bando que Barcelona. La Guerra de Sucesión española, al contrario de lo que argumentan los nacionalistas, no supuso el enfrentamiento entre Cataluña- Austria y España (o Castilla) - Francia. Ciudades y comarcas pertenecientes al antiguo reino de Aragón como Castellón, Alicante, Calatayud o Tarazona, así como el valle de Arán, y ciudades del interior de Cataluña como Vic y Cervera, fueron partidarias de Felipe V, el rey Borbón. Y lugares como Madrid, Alcalá o Toledo se declararon fieles al aspirante austriaco, el archiduque Carlos. El enfrentamiento entre territorios españoles de 1714 es otra falsedad esgrimida por el nacionalismo para negar el carácter de guerra civil que tuvo aquella sucesión al trono. En realidad ésta fue una contienda internacional en la que se dirimía la hegemonía entre las diferentes potencias europeas.
3) Los catalanes no perdieron sus libertades civiles, sino que los poderosos perdieron sus privilegios exclusivos. Las Cortes Catalanas, lejos de tener las características de una democracia, tal y como la entendemos ahora, representaban a los tres estamentos (clero, nobleza y burguesía urbana) a los que, dentro del patrón feudal del Antiguo Régimen, el Rey les había concedido tal privilegio, relegando totalmente a la inmensa mayoría de la población. Del Rey emanaban todas las instituciones.
4) La facción en Cataluña favorable al pretendiente Carlos no partió de una rebelión espontánea ni popular. En realidad, expresaba los intereses políticos de la clase dirigente barcelonesa que quería potenciar su presencia comercial en América, de tal forma que sus privilegios forales no estaban en juego, ya que el pretendiente Borbón en ningún momento los cuestionó.
5) El Rey Borbón reinó sin oposición interna entre 1700 y 1705 hasta el punto que en 1701 había celebrado Cortes en Barcelona, donde no sólo confirmó los fueros, sino que recibió numerosas donaciones.
6) Los seguidores de Carlos de Habsburgo en Cataluña defendían la unidad de España. Trataban de imponer su candidato al conjunto de todo el país, apelando a la libertad de toda España, recelosos de la influencia francesa; lejos, pues, de cualquier aspiración secesionista o desmembradora. Los soldados que fueron derrotados el 11 de septiembre de 1714 frente a las tropas de Felipe V estaban mandados por el general Antonio de Villarroel, que en su última arenga les recordó: “estáis luchando por nosotros y por toda la nación española”.
7) El denominado decreto de Nueva Planta, llamada en realidad Cédula Real de Nueva Planta de la Real Audiencia del Principado de Cataluña, organizaba las instituciones judiciales en Cataluña, respetando las Constituciones y prácticas previas, estableciendo que los letrados fuesen expertos en legislación y lengua catalana. Fijaba el castellano meramente como lengua jurídica y eliminaba los privilegios por nacimiento en un territorio determinado.
8) El final de la guerra supuso el final de tres siglos de decadencia de Cataluña y el inicio de su resurgimiento económico. El siglo XVIII, lejos de ser un periodo de declive en Cataluña, resultó ser una etapa de particular esplendor y auge demográfico, agrícola, comercial e industrial, que más que fundamentarse en el comercio internacional, centrado en productos agrícolas, se benefició del proteccionismo de la Corona.
9) Rafael Casanova no fue un mártir. El día del asalto final de las tropas borbónicas, Casanova estaba durmiendo y, avisado, se presentó en la muralla con el estandarte de Santa Eulalia para dar ánimos a los defensores. Herido de poca gravedad por una bala en el muslo. Casanova fue trasladado al colegio de la Merced, donde se le practicó una primera cura. Tras caer la ciudad en manos de las fuerzas borbónicas, quemó los archivos, se hizo pasar por muerto, y delegó la rendición en otro consejero. Huyó de la ciudad disfrazado de fraile y se escondió en una finca de su hijo en Sant Boi de Llobregat. En 1719 fue amnistiado y volvió a ejercer como abogado sin ningún problema hasta retirarse en 1737. Murió en Sant Boi de Llobregat en 1743. Un verdadero “héroe”.