Tras el misterio de La Ñora hace menos de un mes, llega el misterio de El Jardín, una discoteca bastante apartada de Gijón.
El martes era festivo en Gijón por carnaval, por lo que el lunes salía todo el mundo de fiesta y ocurría lo siguiente:
La Policía busca a una joven gijonesa de 17 años desaparecida desde la madrugada del lunes. María de los Ángeles Rodríguez García fue vista por última vez a la una de la madrugada en la puerta de la discoteca El Jardín. Desde entonces, su familia no ha vuelto a tener noticias de su paradero.
En el momento de su desaparición vestía una camiseta blanca, una cazadora vaquera y unos pantalones de colores. Había acudido a una fiesta de disfraces vestida de 'hippie'. Según los datos facilitados por su familia, mide 1,64 y pesa 53 kilos. Es alumna del Instituto Calderón de la Barca.
La chica, aparecería el miércoles en unas circunstancias bastante extrañas:
«Es de película de miedo». El propietario de la casa de La Providencia en cuyo interior localizaron ayer por la mañana a la joven María de los Ángeles R. G., de 17 años, aún no ha podido digerir el extraño episodio en el que se ha visto inmerso de forma fortuita. Eran poco más de las 9 de la mañana cuando su cuñada llegaba a la segunda residencia de la familia después de un paseo con los perros. Cuando enfocó la casa, ubicada en la ladera del parque de La Providencia, en el camino de San Lorenzo y a los pies del acantilado, vio que algo «grave» había ocurrido. La fachada y las ventanas estaban cubiertas de sangre y dos de las ventanas estaban rotas. A esos desperfectos se sumaban numerosas macetas de barro partidas por la mitad.
Cuando accedió a la vivienda acompañada ya por dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía que se desplazaron rápidamente al lugar, vio que dentro, «aturdida y en estado de shock», se encontraba una chica joven, en medio de una estancia completamente revuelta y llena de manchas de sangre. Estaba descalza y llevaba puesta ropa de la casa que había ocupado. Tenía cristales clavados en las manos y en un primer momento ni siquiera acertaba a decir cómo se llamaba y qué hacía en una casa que no era la suya. Fue trasladada al hospital, con heridas que aparentemente no revestían gravedad, para hacerle un examen exhaustivo y unos análisis toxicológicos.
María fue reconocida gracias a la fotografía que su hermana había aportado al mediodía del martes cuando se personó en las dependencias policiales para denunciar su desaparición. Horas antes de que fuese encontrada ya se había puesto en marcha un amplio dispositivo para tratar de localizar a la menor, estudiante del instituto Calderón de la Barca y que había sido vista por última vez a las puertas de la discoteca El Jardín, en Somió, disfrazada de hippie. Su particular carnaval acabó de la forma más rocambolesca posible. El Cuerpo Nacional de Policía trata ahora de averiguar si la versión que aporta la afectada es verídica, aunque en un primer momento deja aparentes lagunas e incongruencias.
Según el testimonio que aportó a la Policía y a su propia hermana -con la que vive en El Coto; sus padres residen en Tineo-, no pudo entrar a la fiesta de Antroxu que se celebraba en El Jardín y entonces esperó fuera a que saliesen su novio y sus amigas. No tenía ni cartera ni teléfono móvil ni documentación personal. En un momento dado, tal y como afirmó, «unos muchachos empezaron a meterse con ella y la asustaron, salió corriendo y buscó refugio en el jardín de esa casa, luego rompió un cristal para entrar porque tenía mucho frío», dijo a su hermana. Para eso, tuvo que haber recorrido los más de tres kilómetros cuesta arriba que separan la discoteca del chalé en el que fue localizada, en mitad del temporal que azotó la ciudad la noche de Carnaval.
Se suceden, sin embargo, los interrogantes del escabroso hallazgo: ¿cómo caminó los más de tres kilómetros que separan la discoteca del chalé en medio de un fuerte temporal?, ¿por qué accedió por la fuerza a una casa en la que ni siquiera sabía con certeza que no había nadie en su interior?, ¿cómo pudo hacer tan cuantiosos desperfectos una joven menuda?, ¿por qué no salió en 31 horas? Las preguntas aún no tienen respuestas.
Las últimas informaciones son las siguientes:
María Rodríguez se rompió la pelvis al caer de espaldas desde la meseta del fregadero de la casa en la que se cobijó y por ese motivo permaneció 31 horas dentro sin poder salir al exterior para pedir ayuda. Es la versión que la menor de 17 años hallada en La Providencia ha aportado a la Policía desde la habitación del hospital en la que se recupera de un episodio que no olvidará y del que quedan muchas preguntas por esclarecer.
Fueron los exámenes médicos a los que fue sometida tras ser localizada por la propietaria del chalé al que accedió tras romper varias ventanas, los que detectaron la fisura de pelvis. A simple vista la afectada tenía rasguños por los brazos y las piernas y cristales clavados en las manos y en la espalda. La menor permanecerá aún unos días ingresada.
Lo que tratan ahora de determinar los investigadores es si María, alumna del instituto Calderón de la Barca, llegó sola hasta la vivienda, tal y como ella mantiene, asegurando que corrió desde la discoteca El Jardín más de tres kilómetros después de que la asustasen varios jóvenes.
Su relato continúa asegurando que trató de «ocultarse debajo de un coche y cuando la descubrieron salió corriendo otra vez y acabó en el jardín de la casa. Como hacía tanto frío y tenía tanto miedo rompió los cristales para entrar y ocultarse», explica su hermana mayor, Virginia, la misma que el martes interpuso la denuncia en la Comisaría después de que no llegase de la fiesta de Carnaval a la que había acudido disfrazada de 'hippie' con su novio y con varias amigas.
En aquel momento, explicó que no llevaba DNI y no pudo acceder a la discoteca, por lo que permaneció fuera esperando a que saliesen a buscarla, sin cartera y sin teléfono móvil. «La cosa se complicó, tuve miedo y eché a correr para que no me pillasen», declaró.
Una de las hipótesis que se plantea es que la menor pudiese haber ido con alguien en coche hasta el aparcamiento del parque de La Providencia y una vez allí, por motivos que no quiere desvelar, se desorientase y perdiese el control. Ella continúa manteniendo su versión a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que ayer por la tarde le volvieron a tomar declaración.
La Brigada de Policía Científica, así como el Servicio de Atención a la Familia (SAF) y la Policía Judicial, inspeccionaron minuciosamente el chalé del camino de San Lorenzo en el que se cobijó y donde fue descubierta por la cuñada de los propietarios. La casa es una segunda residencia. «Es de película de terror», resumía el dueño, involucrado en un desconcertante episodio protagonizado por una menor.
Fuente cronológicamente, aunque no dice más de lo que ya os digo:
http://www.elcomercio.es/20140305/asturias/gijon/buscan-joven-gijonesa-anos-201403050136.html
http://www.elcomercio.es/v/20140306/gijon/hallan-ensangrentada-chale-providencia-20140306.html
http://www.elcomercio.es/v/20140307/gijon/maria-permanecio-horas-pelvis-20140307.html