Esta fue una de las escenas que, según la Fiscalía, se vivieron aquella mañana en el instituto de Sant Andreu. El fiscal especial para delitos de odio y discriminación de Barcelona ha denunciado a nueve docentes del centro por presuntamente «humillar» a hijos de guardias civiles durante las clases. A los nueve docentes les atribuye un presuntos delito contra los derechos fundamentales de los menores. A cuatro de estos maestros, además, les acusa de otro de injurias graves contra los Cuerpos y las Fuerzas de Seguridad.
Había un clima de «profunda hostilidad» hacia la Guardia Civil y la Policía Nacional, protagonizada por «una parte de la sociedad catalana que defiende postulados independentistas». El objetivo era descargar la ira contra «todo aquello que represente España o defienda la unidad de Cataluña con España», según la Fiscalía.
Fue en este contexto de «gran agitación, fractura y enfrentamiento de carácter social» en el que actuaron los profesores de Sant Andreu. La supuesta humillación a los menores se repitió en varias clases aquella mañana. Así sucedió, por ejemplo, a primera hora en aula de 4º de ESO. Jordi –nombre real–, el profesor de matemáticas, espetó a sus alumnos: «No me encuentro en disposición de dar clases normales por lo acontecido en el día de ayer, ya que la Policía y la Guardia Civil me han tratado a palos, porque son unos animales y unos bestias que solo saben dar palos». María –nombre ficticio–, hija de guardia civil, se indignó con el comentario. Le respondió que su padre no había pegado ningún palo a nadie.
Escenas similares fueron protagonizadas por un total de nueve profesores, según Fiscalía. Sobre las 12 pidieron a los alumnos bajar al patio para condenar las cargas policiales y «para defender la independencia». Anna Belén, profesora de 3º de ESO, dijo a sus alumnos: «El que esté a favor de la violencia policial que se quede en clase y, el que no, que se baje al patio». La Generalitat y el instituto no han querido hacer valoraciones.
En una clase de 1º de ESO, con alumnos de 13 años, la profesora de inglés Gemma les mostró una fotografía donde aparecían unos 50 guardias civiles y les dijo: «Parecen perros rabiosos», y a continuación abrió un debate sobre las cargas policiales del día anterior. Una de las alumnas, hija de un agente, volvió a casa llorando. La misma profesora, en otra clase, preguntó en alto: «¿Quiénes son hijos de guardias civiles?». De esta forma quedaron señalados.
La profesora de Naturales Ana Belén, en un aula de 3º de ESO, se dirigió a los alumnos y dijo: «El que esté a favor de la violencia policial que se quede en clase y el que no, que se baje al patio». Por su parte, la profesora Lucía ante alumnos de 1º de ESO dijo en una clase de Naturales a un hijo de guardia civil: «¿Estarás contento con lo que hizo tu padre?». El menor, de 12 años, se puso a llorar.
La causa de La Seu
Por otro lado, en la causa abierta a ocho docentes del colegio Mossèn Albert Vives de La Seu d'Urgell (Lleida), la Fiscalía halló el pasado enero indicios de delito de incitación al odio en la actuación de dos maestras por el tratamiento que hicieron en clase de los hechos ocurridos durante el referéndum ilegal del 1-0 en Barcelona.
El ministerio público, sin embargo, pidió al juez archivar la causa contra los otros seis docentes investigados (el director y otros profesores de Educación Infantil del citado colegio; la directora y una docente del colegio Pau Claris, y la directora de la escuela La Salle).
Según consta en las denuncias presentadas por los familiares, las dos maestras acusadas explicaron a los alumnos que «la Guardia Civil es mala y pega a la gente». Los denunciantes, entre ellos una pareja de agentes de la Guardia Civil, consideran que los niños sufrieron también humillaciones e insultos.