"Lo peor está todavía por venir y muchas personas se sentirán en recesión el próximo año". La lapidaria afirmación la hace el Fondo Monetario Internacional (FMI), que se ha sumado este martes a la ola de revisiones a la baja que los diferentes organismos nacionales e internacionales están poniendo sobre la mesa. La previsión general en las economías más avanzadas del mundo parte de un crecimiento languideciente en 2022 que se estanca un año después debido al parón económico provocado por la crisis energética y la escalada de los precios. España, según las proyecciones, no esquiva esta tendencia. En concreto, el FMI prevé que el producto interior bruto (PIB) del país avance un 4,3% en 2022 para frenarse de manera drástica hasta el 1,2% en 2023.
Parece ser que el año de la hostia gorda va a ser el 2023 y lo que estamos viendo hasta ahora es el plato entrante.