Los futuros apartahoteles se comercializarán como colivings, un concepto anglosajón que lleva tiempo metido en España. Hasta ahora, los operadores compraban, reformaban y gestionaban edificios en los centros de las ciudades. Desde el punto de vista del inquilino, estos colivings de primera generación no eran más que pisos compartidos con servicios incluidos —wifi, limpieza y Netflix— y alguna zona común —como azotea o coworking— a razón de 800, 900 y hasta 1.000 euros al mes.
Distintas fuentes del sector consultadas sitúan el precio de salida entre 700 y 800 euros al mes, si bien otras creen que es una cantidad elevada para un nuevo barrio que aún no tiene ni estación de metro.
"¿Qué pasa si estás en una etapa de tu vida en la que no necesitas dos habitaciones y te dicen que puedes vivir por 800 euros con todo incluido?", continúa el director de coliving de CBRE. "Ahí tendrás coworking grande, azotea, piscina, un buen gimnasio y zonas comunes para alquilar. Si es tu cumpleaños el sábado, le dices al community manager a través de la app que necesitas una sala y que quieres que venga un cocinero y un DJ. Él te lo organiza y tú a final de mes lo pagas en tu factura. Esa es la idea de lo que se va a hacer".
"Mi público objetivo es gente jovencita que se quiere independizar pero tiene trabajos precarios y gente divorciada que necesita una solución habitacional", reconoce Miguel Ángel Lupiáñez, el director comercial.