Un grupo de arriesgados fotógrafos rusos, decidieron escalar ilegalmente la imponente y legendaria pirámide de Giza, para captar estas impresionantes imágenes nunca antes vistas.
Para lograr dicha hazaña, el grupo de fotógrafos tuvo que permanecer por más de cuatro horas escondidos, mientras finalizaba el acceso al público. Fue así como lograron evadir la seguridad del lugar, escalar la pirámide, tomar las fotografías y luego bajar sin ser vistos.
Escalar las pirámides está totalmente prohibido y estos intrépidos exploradores pueden enfrentar penas de hasta tres años de cárcel por incumplir las normas. Pero, al parecer, esto es lo que menos les importa después de haber podido lograr su cometido. Fue tanta la impresión de los fotógrafos al captar estas increíbles imágenes que uno de ellos dijo: “Me quedé mudo. Sentí una alegría escalofriante. La felicidad absoluta”.
Según su testimonio, en la cima se encuentran numerosas inscripciones, en distintos idiomas, de personas que han realizado la misma proeza y grabaron algún mensaje para dejar constancia del hecho (incluso, por ejemplo, la firma de un zar).
Lo fascinante del asunto, más que las vistas increíbles desde ahí arriba, es que son imágenes que no podréis ver en ninguna otra ocasión. Y si te pones filosófico-existencial puedes pensar que algo parecido es lo que vieron un buen número de esclavos hace miles de años.
La noticia parece que es de Marzo, pero no he visto nada relacionado en el buscador.