No, lo que estáis es jugando a la falacia de que una empresa como Unilever tiene alma, o peor aún, que tiene intereses independentistas o anti españoles. Eso solo ocurre en vuestras cabezas.
Tú juegas a que las decisiones en las empresas las toman entes y no las personas responsables, cuando no es cierto.
Ahí tienes a Carolyn Tastad, ejecutiva de Gillette que por meter su ideología en campañas publicitarias hizo que P&G perdiese 5.240 millones de dólares porque "hay que acabar con la toxicidad masculina".
Las decisiones dentro de una empresa las toman personas, personas con sus ideologías que a menudo están por encima de la persona más poderosa del departamento de marketing y que a veces ponen sus intereses personales por delante de los intereses de la propia empresa.
En este caso, cuando el vicepresidente de las marcas de helados de Unilever en España es un conocido independentista, y ya se ha visto que no es una medida que económicamente les haya reportado beneficios, pues a lo mejor no es un "han pensado que les iba a favorecer económicamente".
Es más, me gustaría que me explicases qué estrategia publicitaria explicaría un beneficio económico en la decisión de eliminar el castellano de su cartelería.