Nuevo despilfarro en la M30: 3,3 millones por un sistema de semáforos que no existe
El delegado de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, ha dado a conocer este martes un nuevo sobrecoste encontrado en la sociedad Madrid Calle 30, que ha pagado 3,3 millones de euros a EMESA por el mantenimiento de un sistema de regulación de los semáforos y de sensores termovelocimétricos y ópticos que no existen, con la sospecha de que el pago del mantenimiento podría estar duplicado porque ya se recogió su coste en el contrato inicial de la sociedad con el socio privado.
Si no se pueden revertir los contratos se podría pagar 14 millones de euros hasta 2040, "dinero público que no se habrá ido por el sumidero sino que pasará a engordar las cuentas de la empresa privada", ha manifestado Sánchez Mato en los pasillos del Pleno de Cibeles según declaraciones recogidas por Europa Press.
EMESA está participada mayoritariamente por Dragados y Ferrovial y desde 2007 forma parte de la sociedad mixta creada para gestionar los túneles de la M30 en época de Alberto Ruíz-Gallardón. El consistorio informaba ayer de que la auditoría que está realizando el equipo de Manuela Carmena sobre los contratos de anteriores gobiernos del PP indicaban que la misma empresa mixta pagaba casi 200.000 euros anuales por una estación meteorológica que cuesta unos 700 euros.
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Estos controles se ejecutan de forma automática por el software del Sistema Inteligente de Tráfico o por el Área de Movilidad del Ayuntamiento y, a pesar de ello, Madrid Calle 30 le paga a EMESA por estos servicios 297.519 euros al año.
Por todas estas partidas de gasto Madrid Calle 30, empresa mixta cuya única fuente de ingresos es el Ayuntamiento, ha pagado hasta la fecha 3.328.014 euros. En la actualidad se estudia por qué se reflejan los citados costes de mantenimiento de infraestructuras que no existen y por partida doble, así como por qué el coste de los controles es tan elevado a pesar de ser ejecutados de forma automática por sistemas de software inteligente.
Fuente: elboletin.com
Los buenos gestores del Partido Popular de Madrid tienen un nuevo caso del que sentirse orgullosos y por el que votarles en las próximas autonómicas.
Esto pasa de ser una mala gestión a una estafa con todas las letras. Ya que no se trata de que "la lien" y paguen por un servicio que no deben o que está más caro de lo que debería; sino que directamente NO EXISTE. ¿No hay nadie responsable o delegado para asegurarse de que lo que se paga existe y funciona? ¿No se entregan informes de funcionamiento, mantenimiento o cualquier otra cosa que pueda justificar el pago?