Las señales de que el esposo de Donna Campbell le estaba ocultando algo llegaron poco a poco. Arnim Ramdass comenzó a no encender nunca el televisor, luego desconectó el teléfono. Pero la verdadera sorpresa fue cuando Campbell revisaba la correspondencia en su casa de Miramar y se encontró con una tarjeta felicitándola por la compra de su nueva casa.
Sabiendo que su esposo era un jugador habitual de lotería, Campbell encendió su computadora y buscó información. Lo primero que vio fue una nota de prensa de la Lotería de la Florida sobre un grupo de 17 mecánicos de aviación que compraron un boleto que ganó $19 millones este verano.
''Esta es una persona que durante años ha gastado el dinero del matrimonio jugando a la lotería y en los casinos, y siempre perdía'', dijo Bruce Baldwin, abogado de Campbell. ``Y ahora que finalmente gana trata de ocultárselo a su esposa. Eso es muy bajo''.
Campbell demandó a su esposo por su parte del premio de la lotería.
Campbell, de 47 años y antigua modelo de cremas faciales, ocupó el segundo lugar en el concurso de belleza Miss Trinidad y Tobago de 1979.
Ella y Ramdass, de 51 años, mecánico de American Airlines en el Aeropuerto Internacional de Miami, se casaron en el 2005, unos cinco años después de haber comenzado el noviazgo.
Campbell dijo que Ramdass y sus colegas reúnen dinero todos los miércoles y viernes para el juego bisemanal de la Lotto. El 20 de junio juntaron $220 y enviaron a uno de los empleados a un Kwik Stop de Pinecrest para comprar los boletos.
Como siempre, dejaron que la computadora escogiera los números. Uno de los boletos acertó los seis números ganadores --6, 31, 34, 44, 45, 49-- que de repente los llenó de dinero.
''Ahora puedo ir a trabajar sonriendo'', afirmó Arnim Richardson, uno de los ganadores, a un equipo de noticias de televisión dos días después del sorteo. Se reunieron con Richardson en el Kwik Stop a donde había regresado para comprar más boletos.
Pero en la casa de Campbell y Ramdass no había sonrisas, sólo silencio. Ramdass no dijo ni una palabra a su esposa sobre su buena fortuna.
''Había desconectado los televisores y los teléfonos'', dijo Campbell. ``No quería que nadie llamara y hablara de la lotería''.
Después que las tarjetas llegaron por correo, Campbell le pidió cuentas a Ramdass.
'Le dije: ¿Tienes alguna noticia que quisieras compartir conmigo?' '', recordó Campbell. 'Me contestó:
No. ¿De qué estás hablando?'. Le dije: 'De la lotería' ''.
Acorralado, Ramdass explicó que compró el boleto para su hija Janelle, de otro matrimonio, que vive en Orlando. Pero Campbell no le creyó.
''Compraba boletos desde hacía años y nunca dijo que fuera para su hija'', dijo Campbell.
El grupo de mecánicos optó por un pago completo de $10.2 millones, que repartidos entre los 17 ganadores toca a $600,000 cada uno, antes de pagar impuestos.
Pero Ramdass ha desaparecido. Sus colegas dicen que tomó una licencia de trabajo (un portavoz de American Airlines rehusó confirmarlo, citando el derecho de los empleados a la privacidad). No ha ido a la casa de la pareja en el barrio de la clase media de Silver Lakes, en Miramar. Los mensajeros judiciales no han podido dar con Ramdass para entregarle los documentos de la demanda, según el abogado de Campbell.
Los intentos por localizar a la hija de Ramdass, de 24 años, en Orlando fueron infructuosos, a pesar de los mensajes telefónicos que se dejaron en su casa y su móvil. Otros miembros del grupo ganador de mecánicos no devolvieron mensajes en que se les pidió que comentaran sobre el asunto.
La saga es similar a la pelea de otra pareja del sur de la Florida por un premio gordo de la Lotto en 1995.
En ese caso, Bernice Heslop, de Pembroke Pines, ganó $28 millones pero no se lo dijo a su esposo, de quien estaba separada. Se apresuró a presentar el divorcio y cobró el boleto ganador al día siguiente en que se hizo efectivo el divorcio.
Pero el ex esposo de Heslop, Ernest Moore Jr, finalmente se enteró de todo --por un hombre que escuchó la historia en un bar-- y demandó a Heslop por una porción del dinero, que acordó compartir con el dueño del bar.
''En estos momentos todo lo que quiero es justicia'', declaró Donna Campbell. ``Con el tiempo, presentaré el divorcio''.
(http://www.elnuevoherald.com/338/story/118447.html)
Esto es amor y lo demás son tonterías.